Fanboy | Michael Clifford (Español)

tres: fuera de lugar

CAPÍTULO TRES:

| punto de vista de michael |

Coloqué mis manos dentro de los bolsillos de mi sudadera, tratando de mantenerme tibio en una fría noche de Julio. Nada especial ocurriría hoy. Era probablemente uno de esos extraños momentos en los que quería pasear por el vecindario.

Escuchando música, no había forma de que pudiera escuchar si alguien me llamaba. Era una hora antes de la medianoche; dudé que alguien me estuviese buscando. Mi mamá estaba dormida cuando me fui.

Mi capucha, que estaba cubriendo mi frente, fue jalada por alguien. Apreté los dientes, enojado. Eso estaba fuera de lugar.

"¿Qué quieres?" pregunté con dureza, quitándome mis auriculares y girando para encarar al culpable- una chica, que se me hacía muy familiar. Creo que dejé de respirar cuando le di un buen vistazo.

Su mano tomó un mechón de su negro cabello y lo colocó detrás de su oreja; estaba nerviosa. "No quise hacer eso, lo lamento. Estaba... ¿cómo me explico?" se preguntó a sí misma, sus ojos marrones se dirigieron rápidamente a alguien detrás de ella.

Inhalé profundamente, "Está... está bien, Belle."

Inmediatamente, maldije. No debía mencionar su nombre. Genial, arruiné la única oportunidad que obtuve para verla y hablar con ella.

"Oh." Ella estaba obviamente sorprendida, y sentí crecer la tensión entre nosotros cada vez más. Me culpé por eso. "¿Cómo te llamas?"

Me está preguntando eso, mierda. Intenté parar de sonreír, para que ella no pensara que era un fan loco. No puedo creer esto. "Michael."

Belle sonrió, mostrando el hoyuelo en su mejilla derecha. Sentí como si mi corazón latiera irregularmente; nunca supuse que esto pasaría. "Gusto en conocerte, Michael. Me gusta tu cabello," me halagó, señalando mi pelo blanco y negro.

Me sentí cohibido.

Recuerdo que ella dijo que amaba a los chicos rubios. Yo era naturalmente rubio, pero no creo que eso contara en este momento.

"Sí, bien. Fue un gusto conocerte, también. Gracias," dije rápidamente, colocando mi capucha nuevamente sobre mi cabeza.

"Está bien, ¡no necesitas ponerte eso! Me gusta el color de tu cabello, de verdad," explicó, exagerando algunas de sus acciones.

Me reí ante lo tierna que se veía. Parecía muy nerviosa ante mis reacciones.

"Michae-

Sentí un agudo dolor en el lado derecho de mi cuerpo. Mis ojos se abrieron, revelando el techo de mi habitación. Enterré mi cara en la almohada, ignorando el dolor.

Solo fue otro de mis sueños.