quince: satisfecho

988 95 1
                                    

CAPÍTULO QUINCE:

| punto de vista de michael |

Fui arrastrado por la multitud a mi alrededor; sus cuerpos rebotando con el mio, pero no hice ningún movimiento. Todos estaban tratando de llegar al frente- la puerta pero fallaban, obstruidos por las barreras.

Mirando fijamente y de manera aburrida a la persona que abrió la puerta, me pregunté por qué yo estaba ahí. ¿Por qué vine aquí? Siempre había sido mi sueño conocerlas, pero ese sueño se iba deteriorando lentamente y perdiendo sentido para mí. 

Ya no necesitaba conocerlas. No, no otra vez.

"¡Amber, Amber!" gritaba una cantidad incontable de personas, tratando de alcanzar a la chica para tomarse una foto con ella o que firmara algo.

Ella, por supuesto, obedeció. Ellos son sus fans.

Las personas que se encontraban atrás mío comenzaron a empujar aún más, como si estuvieran desesperados por ver aunque sea un poco de Amber. Dejé que me empujaran hacia el fondo, ignorando el dolor en mi cuerpo y en mi pecho.

La multitud fue disminuyendo, mientras la puerta del hotel se abría y se cerraba. La razón del griterío se había ido, y todo lo que quedaba era la experiencia de vida de algunos de ellos.

Algunas fans, mientras abandonaban el lugar, me miraban curiosamente, viendo que era el único chico ahí. No sabía si estaba esperando a alguien, pero sabía que estaba esperando que algo ocurriera.

Las rejas de metal fueros llevadas por un par de guardias, pero aún seguía ahí. No entré, no me fui a mi casa, no me moví. Solo estaba ahí.

A veces, arrugaría mi nariz, pensando lo que quería que pasara. Pensaba por un largo tiempo mientras miraba a la gente entrar y salir del edificio.

Llegué a la conclusión de que quería ver a Belle. Quería verla, aunque fuera un rápido vistazo de su pelo negro o de su brillante sonrisa.

Quería recordar; quería llevarme su imagen. Aparte de eso, olvidaría todo. Olvidaría el silencio, olvidaría todos mis sueños, y olvidaría que alguna vez le hablé.

Era algo que no parecía posible, pero siempre podía intentar. No había nada de malo con el olvido- especialmente si era para bien.

En el momento en que la vi salir y colocar un mechón de pelo detrás de su oreja, asentí para mí mismo y me alejé.

Estaba satisfecho con solo verla de lejos, o a través de una pantalla.

Estaba satisfecho con solo eso.

Fanboy | Michael Clifford (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora