Era tarde, Colette estaba dormida sobre el muslo de Edgar. Dormía plácidamente, sabiendo que cuando se levantase vería a su mejor amigo. Mejor amigo al cual le dolía ver. No sabia que hacer, intentaba olvidarlo, dejarlo, pero llegó y aquí está. El nunca le abandonó, fue ella a él. Él se tuvo que mudar, pero ella podría haber ido con él. Podría haber seguido al amor de su vida, pero lo dejó tirado solo, sin ninguna protección. Nunca supo bien que la detuvo, si fueron sus padres o ella misma.
Poco a poco la mente de Colette se volvía más negra, tenía pesadillas, pesadillas de las que no podia salir, no podia despertarse, solo escuchar a su cabeza torturarla, torturarla por algo que no cometió, "tú no le seguiste" "Eres mala amiga" "Nunca sentiste nada" "Solo eres una tonta sin escrúpulos que utiliza a sus compañeros" "Solo lo querías por su fuerza, nunca lo quisiste de verdad" "$I3easfn... Siempre estuviste enamorada" "Nunca querías nada malo para el" "Te encantaba verle el ojito cristalino" "TI3M3adn...Tienes que dejarle" "No te quedes con el" "Solo te hará daño" "Solo quieres verle morjbajbds... su ojo maraviafsjd..."
Colette no paraba de retorcerse, Edgar estaba llevándola a la cama, y se dio cuenta de sus molestias. La quería demasiado para despertarla a si que la acostó y el se acostó al lado. Volvió a hacerle el masaje. Poco a poco Colette se calma y esos recuerdos se esfuman como las cenizas al viento.
Edgar acaba durmiéndose, no le gusta lo que escucha, solo escucha a su subconsciente recordarle como dejo a su amiga, a su única amiga. Nunca pudo decirle lo que sentía, bueno en realidad si, pero nunca fue lo suficientemente valiente para decírselo a la cara. Las indirectas eran su mejor opción, y de hecho, fue él el que se declaro, se declaró enfrente de la clase, pero nadie se dio cuenta, ni siquiera ella. Ella nunca pudo entenderlo, al menos que Edgar sepa. Para el final de curso cada niño tenia que escribir un poema sobre un concepto abstracto, y Edgar pensó en el amor. Colette no sabia de que hacerlo, y ella como no decidió hacer lo mismo. Después de el recital, cada niño tenia que darle la poesía a otro para que le recordase. Obviamente la profe les dijo que sé lo dieran a su mejor amigo/a. Como no Edgar y Colette intercambiaron poemas.
Edgar seguía guardando el de colette, nunca se le olvidará. Siempre lo tiene en su bolsillo derecho de el pantalón.
Cada dia el sol asoma
Con una luz cegadora
Poca gente entiende lo que es dolor
Sobretodo cuando en el corazón tienes un ardor
Sin mucho color yo te sigo
Con gran aprecio y amor te espio
Y poco a poco mis elogios hacia ti son más egocéntricos
y si te pierdo mi corazón se hará añicos.
El dolor es arduo
el humo blanco
Y tu, si de verdad me amas
Vete al grano y no por la ramas.
Colette
Nadie nunca entendió a Colette ni cuándo hablaba ni cuando escribía excepto por su mejor amigo el cual no pudo responder, a la gran y atenta indirecta. Se sentía mal, no sabia ni qué responder, era difícil y para cuando quiso hacerlo ya estaba a kilómetros de distancia. Nunca se quitaría el sentimiento de culpabilidad, pensaba ser un gilipollas. Su vida se arruino, la gente lo odiaba y acabo odiando todo. Su ego no duró mucho y por muy fuerte que fuese siempre tendría esa fuga, esa fuga de sentimientos negros que lo corrompían continuamente. Nunca fue capaz de superarlo y para distraerse intento empezar una nueva vida, nuevo look, nuevo deporte y nueva ciudad. Nunca tuvo el valor suficiente para hablar y ahora no lo tiene para olvidar.
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Un amor obsesivo EdgarxColette
FanfictionUn antiguo amigo de la infancia viene como brawler a Brawl Stars. Pero hay un gran problema, nuestra obsesiva amiga se enamora, sin recordar bien sobre el pasado de su amado.