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CORRESPONDE SUS SENTIMIENTOS…Y ASEGÚRATE DE NO DEJARLO IR POR NADA DEL MUNDO.

 Me culpo a mí mismo por no ser alguien perfecto, pero, ¿Qué puedo hacer? Estoy tan asustado porque aun te quiero

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 Me culpo a mí mismo por no ser alguien perfecto, pero, ¿Qué puedo hacer? Estoy tan asustado porque aun te quiero.

Eran pasadas las tres de la mañana, el sueño todavía no se apoderaba de Katsuki, su cuerpo tirado sobre la alfombra sin la necesidad de tomar un espacio en su cama. En esa condición sentía que era el lugar perfecto para pensar, rememorar cada una de sus acciones y de todos los errores que cometió con ellas. Su pecho dolía en ciertos momentos, a veces solo era un simple ardor en su piel, otras tenía una terrible sensación de faltarle el aire, de que por más que intentaba gritar, su voz no salía.

Su cabeza le dolía, daba vueltas, veía todo borroso, o quizá solo eran las lágrimas estancadas en sus ojos en el vago intento de salir, pero por más fuerza de voluntad que Katsuki ejercía, no lo evitó, simplemente esa noche quedó con la desesperanza rompiendo y esparciéndose en su habitación. Katsuki miraba claramente todo lo que ese “miedo de romper su amistad con Sweetie” terminó provocando.

Shõto estaba lastimado, se lo dejó muy claro a Katsuki minutos antes, esa sonrisa tan falsa que el bicolor le mostró al momento de decirle que se iría fue una excusa simple para evitarlo, porque el rubio se merecía que le hiciera el quite y que esquivara a toda costa el tema principal. Sorbió por la nariz cuando la respiración empezó a hacerle falta, mordiendo sus labios con tal fuerza que la piel delgada quemó arduamente.

Las manos apretadas en puños y sus uñas enterradas en las palmas de sus manos al principio fueron un gran alivio, pasados varios minutos, Katsuki no encontró otra forma para calmarse, porque Shõto se iba, Shõto se le estaba yendo, Shõto lo odiaba, qué podía hacer para olvidarlo… nada, el hecho de que esa inocente amistad comenzara con pequeñas risas y terminara en fuertes gritos solo le recordó al rubio que tenía tanta mala suerte en la vida.

«Definitivamente lo he perdido». En su mente no hay más que un revoltijo de palabras. De ninguna maldita manera podría pedirle que se quedara, que no lo abandonase, que lo amaba, que prometía no volver a lastimarlo. ¿con qué derecho? ¿Con qué cara para plantarse frente a él y suplicarle que no lo dejara nunca más? No le diría que estaba realmente arrepentido por todo lo que estúpidamente hizo desde que era un niño.

Hacer eso empeoraría las cosas, en primera porque Shõto ya no confiaba en él, e igualmente solo pensaría que trataba de jugar con él cuando definitivamente no era así, y en segunda… qué más debería decir. Katsuki sabe perfectamente que se equivocó, que en el mismo instante que Shõto le confesó estar enamorado de él sus estúpidos pensamientos no hubiesen salido por sí solos.

La noche sola y abrumadora se siente infernal, Katsuki no puede dormir, al siguiente día no hay más que hacer, solamente ayudar a su mamá a recoger la basura que posiblemente haya quedado luego de la cena de navidad, si su cuerpo se lo permite o es que no amanece con los ojos hinchados de tanto llorar, puede que se atreva a ir a la casa de Sweetie para arreglar la situación.

Someday it'll be me [BakuTodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora