Hotel beach, Vicho Gonza. [Pausada]

Capítulo 3

En un momento deje de llorar, no recuerdo cuando, porque llore más que la mierda. Ahora estoy en un rincón con mis rodillas abrazada por mis manos y mi mentón en ella.

"Luciérnaga..."

Esa palabra que me hizo tanto daño en el pasado y que me prometí a mi misma que no me dañaría en el presente y futuro. El Renato la cago, me cago la onda.

Sé que me están buscando, puedo oír sus gritos diciendo mi nombre, y no, no voy a salir de aquí al menos hasta mañana, no quiero ver al Renato.

Renato de mierda.

Han pasado 10 minutos más que veo a la luna y pensando en absolutamente nada, hasta que siento unos pasos acercarse.

—¿Sofia?

Reconozco esa voz. Es el Vicho. Weon, ¿de verdad? ¿Me tenía que ver justo ahora? ¿En mi peor momento? Pico.

—Sofía no se encuentra, deje su mensaje ―Dije con la voz un poco ronca de tanton llorar.

El Vicho se aclaró la garganta.

—Holo Sofía, quería decirte que todos están buscándote, incluido yo. No se si quieres hablar de lo sucedido, pero, si necesitas un hombro en el cuál descargarte, aquí estoy yo -Me reí- ¡Uy! ¡Ojalá le llegue el mensaje!

Me reí otra vez con un poco más de ganas. Salí de mi pequeño escondite para encontrarme con él.

—¿De verdad m-me estan buscando? —Sorbi mi nariz—

—De verdad, están todos preocupados. ¿Necesitas un abrazo o algo?

Es la wea que más necesito en este momento.

Dude, estuve parada como 10 segundos pensando que pasaría si lo hacía, analizandolo todo como siempre, pero, después de meditarlo, asentí con la cabeza antes de lanzarme a sus brazos.

No pensaba llorar, igual me da vergüenza, apenas lo estoy conociendo y estamos compartiendo igual un momento un poco íntimo.

—Llora si quieres, no te voy a juzgar

Me aguante las lágrimas por un rato, estaba tensa, él lo noto y me empezó a acariciar la espalda. Solté todo el aire que no sabía que contenía y empeze a llorar de a poco, enterrando mi cara en su cuello.

Aquí no hay cámaras, el me permitió llorar en su hombro ¿que más da?

Él se sentó en el suelo, recargando su espalda en la pared y sentándome en su regazo.

En. Su. Regazo.

Acomode mi cara en su hombro en dirección contraria a la suya y puse mis brazos alrededor de su cuello, mientras trataba de dejar de llorar.

***

Ah, el sol culiao molesto, pero igual que suave... Me acomode un poco más en algo que estaba dejaba de mi, hasta que recordé que no era un algo, si no un alguien.

Trate de salirme de los brazos que me sostenían pero no podía. El Vicho me apretaba contra él, aún estaba durmiendo.

—Vicho, Vicho —Le susurre mientras lo movía, aunque apenas podía moverme yo.

Él aweonao no se despertaba.

—¡Vicente! ¡Vicente! —Ahora si hable mas fuerte, pero aun así no despertaba.

Me acerque más a su cara, igual tenia que aprovechar el momento, eso si, no iba a besarlo.

Tenía unas pocas pecas en la nariz y unos bonitos labios, además de una pequeña mancha en la frente que apenas se veía, y eso solo si te acercabas.