Capítulo 5 - El show debe continuar

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14/02/2021


Entraban al bar de la mano cuando vieron a los lejos una mesa medianamente privada pero accesible a ojos curiosos, era la mesa perfecta. Sin pensarlo se dirigieron a ella.

Durante la comida la charla fue la misma amistosa de siempre con la diferencia de que cada tanto alguno de los dos estiraba la mano para tomar la del contrario y realizar un pequeño cariño.

Al terminar cada uno su plato llamaron al mozo y comenzaron a pedir sake. Sus miradas se cruzaron: "el show debe continuar".

Sakura dejó su silla para ir a horcajadas de Kakashi. Llevó su trago a sus labios dejando que algunas gotas del mismo resbalaran por sus labios y recorrieran su cuello en un camino descendente que no hacía más que seguir lo que la ley de la gravedad dictaba. La gota seguía resbalando y estaba por llegar al escote de Sakura para perderse entre sus montes, esos que eran del tamaño perfecto para Kakashi.

Kakashi siguió el camino casi hipnotizado. El camino no era largo y la gota no tardó tanto en caer pero en la mente de Kakashi horas habían transcurrido desde que Sakura había acercado el vaso a sus labios.

Con la misión en mente -y sólo por la misión 😉😉- llevó su lengua al escote de su compañera para comenzar a lamer el recorrido que había dejado esa gota. El cuerpo de Sakura se arqueó al sentir la húmeda lengua de Kakashi lamiendo su piel, su boca se abrió y un jadeo silencioso escapó de sus labios. Un brazo de Kakashi quedó en su cadera mientras su otra mano sujetó a Sakura por la espalda al sentir que se arqueaba y subió por su columna hasta agarrar el pelo rosado y jalarlo levemente hacia atrás dejando aún más expuesto el cuello de ella. Sin dudarlo lo aprisionó con sus dientes y el jadeo que Sakura había estado manteniendo a raya escapó, junto con un movimiento involuntario que realizaron sus caderas sobre su sensei.

Se sintió sumamente expuesta pero en lugar de acobardarse, enderezó su cabeza para poder mirarlo a los ojos y le sonrió. Esa sonrisa y esos ojos no mostraban más que deseo pero no le importó, estaba en una misión y tenía que cumplirla, nada especificaba que no podía disfrutar mientras lo hacía. Llevó sus manos a la peluca de Kakashi cuidando no correrla y sujeto el pelo para tirar el cuello del shinobi hacia atrás y comenzar a lamerlo a su antojo.

—Mi turno —le susurró al oído mientras no dejaba de mover sus caderas arriba suyo.

De pronto las lamidas resultaron insuficientes y se transformaron en besos y chupones, necesitaba marcarlo.

La mente de Kakashi se había frenado en sorpresa pero luego de unos segundos despertó. Pero no fue sólo su mente quien despertó ya que la constante fricción del ir y venir de las caderas de Sakura encima suyo estaba causando su efecto.

Sakura frenó el trabajo que estaba realizando su boca para poder mirar a su maestro sin frenar su movimiento. Se permitió mirarlo a los ojos y sonreír con suficiencia mientras rozaba con su intimidad una y otra vez su miembro hinchado.

El tiempo parecía haberse detenido, ambos perdidos en los ojos del otro. El movimiento de las caderas de Sakura no frenaba. Ella se relamió y él observó atento el recorrido de su lengua embelesado. La mano que tenía en la cabeza de ella la bajó a su cintura de modo que ambas estuvieran allí, una a cada lado. Comenzó a ayudarla en su movimiento y dirigir la velocidad.

A ninguno parecía importarles que los pudieran ver.

Él echó su cabeza hacia atrás y se dejó hacer mientras soltaba pequeños jadeos y gemidos. Sakura, por su parte, no estaba en un mejor estado. Se sentía totalmente húmeda y necesitada. Si tan solo se moviese un poco más rápido, un poco más fuerte podría acabar su sufrimiento aunque la poca cordura que le quedaba le indicaba que no podía permitirse tener un orgasmo en una mesa de un restorán por más alejada que estuviera.

El plan fallidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora