Epílogo

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23/03/2022

Antes que nada, muchas gracias a todxs los que leyeron, por su comentarios, sus likes y sobre todo, por su paciencia. 

Gracias a los que entraron por el Kakasaku y le dieron oportunidad al Narusasu.

Como creo que comenté en alguna nota o comentario en capítulos anteriores, la historia ya estaba resuelta pero quería mostrar un poquito de lo que pasó después. En este capítulo vemos un Sasuke distinto, mostrando otra faceta. Empecé a escribir y me salió así, no se por qué pero me gustó verlo de esta forma por eso dejé que fluyera. Espero no lo tomen a mal. 

Gracias una vez más.


Poco más de dos años habían transcurrido desde ese 11 de octubre en el que Sasuke y Naruto partieron de la aldea en busca de conocer otras y experimentar las distintas costumbres y prácticas que otros mantenían por fuera de Konoha.

Traían consigo muchos recuerdos, algunos buenos, otros no tanto, pero todo era aprendizaje al fin. Sin embargo, no sólo recuerdos era lo que traían consigo ya que no eran dos los que cruzaban las puertas de la aldea a su regreso sino tres: un pequeño niño de no más de seis años podía visualizarse entre ellos tomando una mano de cada uno.

Flashback

Llevaban unos meses de viaje cuando llegaron a una aldea que a simple vista parecía desierta ya que prácticamente se encontraba en ruinas. Sin embargo, una segunda mirada revelaba gente viviendo en esas ruinas.

—¿Hola? —se atrevió a decir Naruto dudoso. No entendía por qué había gente viviendo en esas condiciones ni por qué parecían esconderse de ellos.

La guerra había terminado hacía años ya por lo que no entendía cómo había gente asentada en un lugar así. ¿Habría otros pueblos como ese viviendo en tan paupérrimas condiciones? ¿Tan egoísta fue que se cegó por el crecimiento de Konoha y se olvidó de otros pueblos y personas que claramente todavía sufrían los estragos que la guerra había dejado a su paso?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un niño de poco más de cuatro años se acercaba corriendo hacia ellos.

—Hola —dijo con una sonrisa. Su cara estaba sucia, llena de polvo, así como todo el lugar—. ¿Son los doctores que vienen a curar a mami? Mami dice que se va a ir pero yo le dije que alguien iba a venir a ayudar.

Naruto y Sasuke se miraron. No hizo falta intercambiar palabras -nunca lo hacía con ellos- para entender la situación.

—No somos doctores —respondió Sasuke mientras se agachaba a la altura de pequeño y despeinaba su pelo en una caricia—, pero trataremos de ayudar en lo que podamos —terminó por decir mientras le regalaba una sonrisa, de esas que pocos eran afortunados de observar.

—¿Dónde está tu mamá? ¿Quién te está cuidando? —preguntó Naruto.

—Mi mamá me cuida, aunque ahora duerme la mayor parte del día porque se encuentra muy cansada.

Otro intercambio de miradas.

—¿Hay algún adulto con quien podamos hablar? —preguntó Sasuke todavía en cuclillas.

No hizo falta que el niño contestara ya que pudieron observar a un hombre de unos 50 años saliendo de una de las casas en ruinas.

—Buenos días. Yo soy Tetsuo, abuelo de Kiseki —habló el hombre mientras señalaba al niño con la mirada—. Mi hija no se encuentra nada bien. Formábamos parte de un grupo de nómades viajeros pero hace unos meses su enfermedad se complicó por lo que decidimos asentarnos aquí. No hay mucho pero ya no podía seguir caminando, me quedé con ella para cuidar de Kiseki pero esto no es vida para él.

El plan fallidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora