Capítulo 6

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Capítulo 6: Rina-chan

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Capítulo 6: Rina-chan.

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La luz del sol que se colaba por la gran ventana abierta provocó que Kate se revolviera incómoda en el futón, colocándose en millones de posiciones dispuesta a encontrar una en la que el resplandor no le asara la cara; era sin duda insoportable. Se tapó el rostro con la almohada tratando de volver a conciliar el sueño, mas el canto de su tía y el ajetreo en la cocina no se lo permitió, parecía que el universo había conspirado para que no durmiera esa mañana. Protestó un poco en voz baja para luego sentarse; su cabello estaba despeinado, tenía las pupilas dormidas y su boca abierta con un mechón de pelo dentro de ella.

Se talló los ojos con fuerza, consciente de que el día ya había comenzado. Cuando hubo recuperado un poco la visión miró en dirección a la cocina del piso para encontrar a Margaret preparando una tortilla. Sonrió nostálgica tras ver esa escena. Hacía 4 años que no despertaba junto a su tía, consecuencias de tener que dejarla para no ponerla en peligro, a ella o a su prima; aunque al final, ahí estaba, llevando a las únicas personas que amaba a situaciones extremas.

Había que agradecer a la Agencia, se portaron muy bien con las dos, y después de escuchar de ambas que colaborarían con ellos, les habían dejado un piso en un edificio que al parecer estaba destinado a miembros que no tuvieran un hogar. No era la gran cosa, más bien estaba sencillito y necesitaba una mano de obra intensa, pero comparado con la casa de Margaret era el mismísimo cielo, estaban realmente agradecidas.

—Buenos días, Rina-chan —Sintió justo su lado—. ¿Soñaste conmigo?

No, no, no, a estas horas él no, Era demasiado temprano, demasiado pronto, la vida no podía hacerle esto. Giró su rostro esperando que se tratara de una alucinación, pero ahí estaba Dazai, acuclillado a tan solo unos centímetros de ella, con ambas manos en sus bolsillos y sonriendo con sorna, como ya era característico. Sin creerlo, pellizcó una mejilla de él, provocando un sonoro quejido por parte del castaño.

—¡¿Pero qué haces?! —soltó en un puchero, sobándose el lugar.

—Asegurarme de que no es una pesadilla y que realmente estás aquí —respondió obvia, cruzándose de brazos—. Veo que no estoy dormida, que decepción.

—Normalmente se pellizca uno mismo, Rina-chan —regañó, como si fuera un maestro, haciendo un gesto con su dedo príncipe en forma de reproche.

—Nirmilminti si pillizci uni mismi, Rina-chan —repitió en mueca ella, de forma exagerada y haciendo movimientos extraños con sus manos—. Ya te dije que si volvías a llamarme así te mataría.

Se abalazó sobre él para intentar meter sus dedos en los ojos de Dazai. Afortunadamente el castaño logró detenerla por los pelos, a tan solo centímetros de que la protagonista cumpliera su cometido y lo dejara ciego. Sostuvo sus manos por las muñecas de estas mientras ella forcejeaba, pero cada vez que Kate estaba a punto de tocarlo este la esquivaba de forma veloz, lo peor es que parecía disfrutarlo mientras la miraba sin vergüenza ninguna, como si aquello fuera un jolgorio.

Orden de la Reina  •|Osamu Dazai|• (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora