Capítulo 15

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- ¿ahora que quieres?- pregunte ya cansada de esta situación repetitiva entre él y yo.

- solo.....- me vio con sus ojos reflejando dureza y enojo - olvidalo y largate - me soltó bruscamente.

- ¿cual es tu maldito problema conmigo?- escupí realmente fastidiada.

- y todavía lo preguntas, tu y él ¿que mierda pasa entre ustedes?- estaba muy enojado, sabía perfectamente que se refería a Derek.

- yo no debería explicarte nada, él y yo solamente somos amigos, no pasa nada entre él y yo, además tu con que cara vienes a preguntarme, porque te recuerdo que entre tu y yo tampoco pasa nada - él se acerco a la puerta y le hecho llave - ¿pero que mierda haces Ryan?- fui hasta la puerta.

- de aquí no saldremos hasta aclarar todo entre nosotros - me enseño la llave colgando entre sus dedos, para después guardarla en él bolsillo de su pantalón negro.

- sabes que me harte de tener que huir siempre de ti, así que esta bien si eso es lo que quieres, tengamos una especie de sincerarnos uno al otro, pero que te quede claro que solamente esta vez hablaremos como si fuéramos amigos - le mire seria.

- bien, entonces sientate - me ordenó, suspire resignada y me senté en la silla que él me ofreció frente a él, solamente unos pocos centímetros nos separaban.

-¿que quieres saber?- estaba fastidiada y ni siquiera habíamos empezado esta estúpida charla.

- para empezar quiero que me digas si la pequeña es hija mia - acomodo sus brazos a los lados de la silla, debo decir que justo ahora su postura me hace temblar.....¿pero que mierda estoy diciendo? ¡Melissa concentrare!

- sabes creo que para este necesitare por lo menos un trago - él se levanto sin decir una palabra.

Se acerco al estante de madera colocado en l a pared blanca, lo abrió y de allí saco dos vasos y una botella de whiskey.

- sera solamente un trago, ya sanes para agarrar valor - se sirvió uno y me dio uno a mi.

Me lo tome, de inmediato sentí él liquido quemar por mi garganta, ese cierto sabor maderoso que tenia lo hacia particularmente delicioso.

- si, es tu hija - le respondí vi como su mirada se iluminó.

- lo sabía - respondió y se tomo él trago él también - ¿porque te fuiste?- dejo él vaso en él escritorio.

- yo tenia que alejarme de todo y empezar de nuevo, quería huir de todo mi pasado - mire hacia otro lado.

- ¿y lo conseguiste?- sentía su mirada sobre mí, agache la cara.

- no - fue mas bien un susurro. -¿porque te casaste con Carolina?- lo mire directo a los ojos.

- mi padre me obligo, ella aseguro que ese bebé era mío, yo no estaba del todo seguro, pero después Max nació y se robo mi corazón - eso ardió justo en él pecho.

- sí era tu hijo - me reí amargamente junto con mi comentario.

- no, él no es mi hijo, no tiene nada de mí, lo fui notando cuando él creció, mande hacer una nueva prueba de ADN con él cabello de Max y él mio, él no es mi hijo biológico Melissa - eso es impactante debo admitirlo, aunque él ambiente es tenso entre nosotros y él aire se vuelve pesado.

- ¡ella mintió! ¿como pudo hacer algo así?- una parte de mí se ablando debo admitirlo.

- no lo sé, pero lo hizo, y eso me costo mucho - nuestros ojos se encontraron. - él precio que tuve que pagar fue perderte a ti y ahora se que también perdí a mi hija junto contigo - sus ojos se cristalizaron, baje mi vista a su camisa blanca que estaba abierta en los primeros tres botones.

- aquella noche de la fiesta, cuando Steven me llevo, tu estabas con ella en la cama, ¿tuviste sexo con ella?- mi mirada se endureció.

Él agacho la cara y suspiró -sí, esa noche tuvimos relaciones ella y yo - agacho de nuevo la mirada.

- ¡maldita sea! - pensé que no dolería esa respuesta pero necesitaba oír la verdad - Me engañaste y lo negaste todo él tiempo - me levante de golpe de la silla - Sabias que yo te amaba y te metiste con ella en la primera oportunidad - lo dije como analizando todo para mi misma.

- Él exposo de tu madre....Sergio ¿que pasaba entre él y tu?- esa pregunta toco un punto sensible en mí pero él dijo la verdad acerca de Carolina.

- yo tenia sentimientos muy fuertes por el - una sonrisa arrogante y al mismo tiempo dolida se formo en sus labios.

- lo sabía, ¿te acostaste con él?- sus ojos habían cambiado su semblante.

- yo....-

- no me mientas, escupe toda la maldita verdad que así lo haré yo también - me aseguro.

- sí, una vez, fue esa misma noche que estuviste con Carolina, yo me acosté con el- su puño se estampó en la dura madera del escritorio.

- ¡MIERDA! Bueno al menos podre decirte que me acosté con tu mejor amiga unos meses después de que te fuiste - escupió furioso. No puede ser que se haya metido con Eli.

- algo mas por decir - se sentó de nuevo en la silla.

- aquella tarde del secuestro, tu viniste a buscarme ¿para que?- la pesadez y los recuerdos me inundan la mente.

- yo hiba a decirte que estaba embarazada, pero nos secuestraron y ya no pude, después me dijeron que te casaste con ella - mi resentimiento seguía fresco y aunque yo no quisiera todavía me dolía.

¿porque? No lo sé, quizás a veces solamente l distancia no sea suficiente para olvidar algo o a alguien, no importa lo que hagas siempre regresaras a ese mismo punto, mi pecho ardía solamente de recordarlo, aun no superaba él hecho de que él la hubiera escogido a ella.

- perdón - susurro cerca de mi rostro, limpiando una lágrima con su pulgar. Había olvidado como se sentía su tavti en mi piel, y recordarlo ahora fue como una probada del cielo - Estoy a punto de finalizar él divorcio, llevo años intentándolo pero por fin me librare de ella - porque mierda me dice todo esto.

- que bien por ti Ryan - mis lágrimas parecían una cascada.

- ese imbécil abuso de ti él tiempo que estuvimos en aquella bodega -

Los recuerdos golpearon mi cabeza de un solo golpe, haciendo salir una parte que intente reprimir, porque era mucho mejor hacer eso que recordar cada detalle, su rostro sobre él mío invadió mis ojos y mi miedo aumentó.

- ¿Melissa? ¿me oyes?- me miro preocupado.

- lo lamento, es solo que no e podido superar eso, él abusaba de mí, me tocaba con sus asquerosas manos, pase mucho tiempo teniendo pesadillas y ataques de ansiedad y pánico en plena calle, no podía acercarme a alguien porque le temía a todo él mundo - unas lágrimas rodaron por sus mejillas y a mi solamente me hacia debilitarme por el.

- peroname, por hacerte pasar por todo eso - se acerco a mi y me abrazo, y yo no rechaze su contacto, al contrario me calmaba.

Había olvidado, lo que se sentía tener cerca él calor de Ryan, había olvidado su piel, y la forma en la que la mía se erizaba con su contacto, las almas y corazones son necios, nos arrastran en un espiral de dudas, que no dejan que veamos mas allá, del resentimiento, aunque a veces es bueno disipar la niebla densa, para poder continuar hacia la luz de la noche.

Sacando las EspinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora