- bien señores, eso fue todo - dije terminando con las firmas de ambas partes.
- fue todo un placer hacer negocios con ustedes - el señor Adkins se levantó de su asiento.
- lo mismo digo - dijo Ryan, levantándose de su silla, para darle la mano al señor Adkins.
- Señorita Rojas, me encantaría tenerla como abogada para mis asuntos personales - tomó mi mano y la beso.
- un placer señor Adkins, nos comunicaremos después para afinar detalles - le respondí amable.
- Derek, gracias por todo, cuando lleguen a Seattle me avisan - salió de la sala de reuniones.
- bien señores, mi trabajo aquí a terminado, un gusto haber trabajado con ustedes, talvez en otra ocasión nos crusemos de nuevo - Hally se despidió, se veía sumamente seria, pero no perdía su profesionalismo.
- bien señor Russell, llevaremos esto a oficina y le avisáremos cuando todo este listo - habló Derek.
- esta perfecto - Ryan contesto.
Hoy en particular no están apara nada serio, se veía alegre y animado, su mirada brillaba y no dudo que la mía esta igual, me levante del asiento en el que me encontraba y me acerque a el.
- nos vemos en la noche - le Sonreí.
- por su puesto - me jalo de la cintura.
- tranquilo vaquero, eso debes ganartelo - advirtió Derek - Y tu señorita deja de coquetear que todavia tenemos trabajo que hacer - me jalo de la mano.
- lo siento - me reí, mientras Ryan se reía con diversión.
- ¡hey! Tú, a las ocho y no llegues tarde - le dijo Derek a Ryan antes que me sacara prácticamente a empujones de la sala de juntas.
Salimos de allí y fuimos directo a la oficina a hacer el papeleo correspondiente, tardamos un par de horas en terminar todo.
- es hora de comer - dijo Derek, el reloj marcaba la una de la tarde con ocho minutos.
- deberíamos comer algo rápido, yo no tengo hambre pero necesito una bebida - dije tomando mis cosas.
- Deja esas estúpidas dietas, si dejas de comer desapareceras por completo - se burlo de mi.
- no estoy a dieta, estoy nerviosa - mis manos sudaban.
- por tu cita de esta noche - subía y bajaba sus cejas.
- eso creo - solte aire con pesadez.
- solo lleva condones, no quiero tener otra Ariana - se carcajeó.
- seras idiota - me reí yo también.
Llegamos al pequeño restaurante del final de la calle, entramos y la mayoría de mesas estaban llenas, nos sentamos en una de las mesas libres del fondo, el biente era agradable, el olor de la comida era delicioso de inmediato se acerco una de las meseras para anotar nuestra orden.
- hola soy Kate, su mesera de hoy, ¿que les gustaría ordenar?- dijo sacando su pequeña libreta.
- yo quiero el menú número dos - dijo Derek mirando la carta de comidas.
- muy bien caballero - lo anoto en su libreta - ¿algo para tomar? - lo miro esperando la respuesta.
- una limonada por favor - respondió Derek con una sonrisa.
- muy bien - lo anoto en el papel - ¿Y usted señorita?- me miro a mí.
- podrías traerme una limonada y un beigel por favor - respondí.
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Sacando las Espinas
RomanceDespués de varios años de haberse alejado de todo Melissa Rojas se ve puesta en un forzoso reencuentro con la persona de la que estaba huyendo y quién es él nada más y nada menos que el gran Ryan Rusell, por azares del destino y de la vida sus cami...