Harriet Potter La cazadora de Demonios

El ataque

-ya veo... por lo que veo el entrenamiento es muy importante- comento el viejo mago mirando a la pilar.

-hai.. como harriet aún que sea una cazadora ella debe de aprender más movimiento y como mantener su respiración por más tiempo, eso le facilitará al momento de cazar demonios- respondió Shinobu sin quitar su mirada del hombre -hasta que demuestre que ya es capaz de hacer por su cuenta ella podría pasar a ser una cazadora experimentada... como sus demonios sin diferentes a los nuestros por sus núcleos mágicos es esencial su entrenamiento-.

Los ojos de albus brillaron al ya tener su siguiente movimiento para convencer a harriet de luchar a su lado, aquel brillo no paso desapercibido por la menor.

-hare los arreglos para que usen una habitación dentro del castillo para sus entrenamientos- ambas mujeres fruncieron su ceño antes las palabras del director.

-de hecho director, es más preferible la contratación de una finca a las afueras del castillo pero en un lugar seguro, quien no nos asegura que algún estudiante curioso no entre en medio de un entrenamiento?- comento la menor mirando al viejo hombre con seriedad.

-es una gran idea Harriet- apoyo la ojimorada sonriendo a la chica.

Dumbledore sabía que no podía hacer así, pero debía de aceptar para poder tenerla en sus manos. Tras un rato harriet pudo irse a su sala común donde se encontró con draco.

-al fin llegas, una lechuza llegó y te dejo unas cartas, y el profesor Snape quiere que vayas a su oficina después del almuerzo- menciono el rubio mientras veía como la chica se sienta a su lado mirando las carta. -de quienes son? Están en japonés así que no entiendo-.

-son de unos amigos- respondió sonriendo para mirar a Draco- si quieres te puedo enseñar japonés, es complicado pero eso te ayudará a entender- ofreció harriet mirando al Malfoy menor.

- de verdad?!-pregunto emocionado.

-claro- respondió sonriendo abriendo la primera carta que era de tanjirou.

"Querida Harriet

Espero que estés bien, hace poco regresamos de una misión no muy relevante, los ataques de demonios han disminuido de forma preocupante.

Nezuko a estado algo molesta por no verte, cada vez que sale de la caja ella espera verte, nosotros también esperamos verte, zenitsu quiere unos consejos de como soportar a inosuke, el también está molesto pero es porque te considera aún una cria en sus propias palabras.

Esperamos que nos puedas escribir pronto se que con tus clases has estado ocupada, y ahora que tendrás tus entrenamientos será más difícil pero se que puedes hacerlo.

Tanjirou Kamado-"

Una sonrisa que posó en sus labios, abrió las otras cartas, una era unas manchas de tinta en formas de manos pequeñas y la otra era casi lo mismo pero más desordenado que también traía una que otra bellota, aquello la hizo reír, draco solo la miraba intrigado pero solo debía de esperar a que ella hablara por si sola.

En la hora de almuerzo ambas serpientes fueron al comedor, pero al pasar por una ventana que deba vista al lago negro, unas extrañas nubes cubren el cielo bajando la intensidad del sol como su fuera a llover o nevar.

-que raro, aún hace calor para que llueva y aún falta para el invierno- sin esperar una respuesta se dio cuenta que la pelinegra ya no estaba.

Sin perder tiempo fue directamente al gran comedor con la intención de hablar con severus sin saber que un pelirrojo estaba siguiendo a la chica.

El movimiento del agua le daba una clara señal de lo que había, no se trataba del calamar gigante, aún habían rayos de luz en el cielo, las misteriosas nubes lo estaban cubriendo de forma rápido, con su mirada fija en el agua y con su mano en su espada lista para atacar a lo que iba a salir del agua.