Harriet Potter La cazadora de Demonios

el demonio de las plantas

El sol bajaba lentamente por el horizonte mientras el tétrico silencio reinaba, todos los habitantes estaban dormidos vulnerables a un ataque del demonio causante de esto. Una figura apareció acercándose a la pelinegra sujetando su cabeza dejando caer un líquido a sus labios provocando que la ojiverde despertara del profundo sueño.

- ¿qué pasó?- pregunto al aire mientras se sentaba y tomaba su cabeza.

- que bueno que desperto- escucho una voz chillona detrás de ella, volteo su cabeza para ver a un elfo doméstico- el amo Draco Malfoy le ordeno a Dobby que cuidara de la señorita Harriet Potter- explico temeroso.

- me diste Winggenweld, ¿no es así?- pregunto mirando la poción y al elfo quien asintió asustado- hiciste un gran trabajo Dobby, un muy buen trabajo- felicito mientras acariciaba la cabeza del pequeño elfo quien estaba maravillado por tal muestra de afectó- escucha dobby, voy a necesitar tu ayuda... usa la misma posición con el profesor Severus Snape y trata de llevar a todos a un lugar seguro, ten- ofreció una bolsa mediana la cual lleva atada a la cintura- esta bolsa contiene pétalos de Glicinia, es una flor que repele a los demonios, una vez que todos estén en un lugar seguro esparce los pétalos en los lugar accesibles-

- si señorita Harriet Potter- asintió tomando la bolsa y desapareció en un chasquido.

Harriet se levantó del suelo tomando se katana el semblante serio se apoderó de ella en un instante, había un demonio afuera y estaba sola ahora mismo, miro fijamente las flores sabiendo la gran desventaja que tenía claro que lo sería si no tuviera magia ahora mismo.

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La mujer salió de su escondite una vez que el sol se ocultó caminando a paso firme hacia el castillo con el propósito de devorar a la pelinegra de ojos verdes y al azabache de ojos negros, claro que notó a la pequeña figura de la cazadora lanzarse contra ella rápidamente lanzó un ataque de polen pero quedo estática al ver que el polen no la dejó inconsciente sin más tuvo que esquivar el ataque de la menor.

- muy lista niña- felicito falsamente al ver que la mocosa traía puesta una máscara que cubría su nariz y boca- debo de admitir que ese fue inteligente de tu parte-

- tu técnica de sangre es impresionante, ¿que vio muzan en ti para darte tal habilidad?- pregunto mirando a la mujer demonio.

- ¿muzan?- pregunto confundida- no tengo ni idea de quién me hablas, el maestro se molestará mucho al saber que lo confundes con alguien más-

Harriet notó la verdad en ese argumento, el recuerdo de la chica demonio con sus pelotas temari siendo aplastada por esas manos que salieron de ella al decir el nombre de muzan fue una clara señal de lo pasaría pero la pelirroja no... ¿si muzan no era su maestro entonces quien era?.

Pudo esquivar a tiempo las raíces que salían de la tierra con el propósito de atraparla, rápidamente  cortó las raíces y lianas que buscaban atraparla así también esquivaba los ataques de la demonio planta pero por más que mirara su rostro algo dentro de ella se le hacía familiar.

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Mientras la pelea se llevaba acabo afuera del castillo una figura caminaba por los pasillos tranquilamente, fue el único que no fue afectado por el polen debido a que no se encontraba en el castillo cuando sucedió lo cual le dio el tiempo perfecto para robar la piedra filosofal.

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Por más que haga las posturas era casi imposible acercarse a la demonio pelirroja debido a las raíces, se sentía lo mismo con rui pero esta vez no se iba a quedar inconsciente colgada de un árbol atada con telarañas, y esta vez no contaba con la ayuda de sus compañeros.