Harriet Potter La cazadora de Demonios

Muzan

Harriet miró al cielo nocturno en silencio tratando de ordenar sus pensamientos.

Estaba a un mes de que empezara las clases y ya estaba molestaba con Draco quien ahora mismo aún estaba del otro lado de su puerta.

- Harriet por favor- suplico- hablemos.-

- pues habla desde ahí porque no pienso dejarte entrar traidor.-

Si draco alguna vez vio a Harry enojada bueno, ahora sí la vio extremadamente enojada.
Un hombre con una serpiente lo reclutó para entrenarlo y ser un cazador, claro que no le contó a su amiga porque no quería preocupar la, y ahora aquí está, sentado en el suelo con la espalda en la puerta, antes de que se diera cuenta un cuervo mensajero llamo para la misión y sin poder reaccionar cayó de espaldas cuando la puerta fue abierta.

- rápido draco- dijo mientras corría para salir de la casa.

- definitivamente esta más que furiosa-

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Sus ojos rojos siguieron los movimientos de ambos menores, solo necesitaba que bajaran la guardia, cuando vio que cortaron la cabeza actuo rápido.

- ¡Cuidado!- grito la cabeza cortada.

Ambos se sorprendieron pero una fuera ráfaga tiró a ambos pero draco fue el único que cayó al suelo, al levantarse noto que harriet ya no estaba a su lado.

- Mierda- fue lo único que pudo decir.

Un fuerte golpe se escuchó en algún lugar del bosque, harriet apenas podía soportar el mareo pero rápidamente miro hacia secuestrador para ver quién era.
Frente a ella estaba Kubutzuji Muzan, quiso tomar su espada pero se sorprendo al ver que no la tenía.

- si te hubiera querido matar ya lo hubiera hecho niña- hablo seriamente-

- ¿como se que no me esta mintiendo?- pregunto seriamente.

Muzan solo arrojó la katana a otro lado sin quitar la mirada de harry.

- es justo... solo quiero hablar contigo morte- susurro el nombre sorprendido a la menor- usas una respiración creada por la misma muerte niña... pero por alguna razón tu puedes entender sus suaves susurros en el aire... nisiquiera el humano con mejor audición es capaz de oírlo ya que es un sonido de ultratumba, solo los muertos pueden oirlo- explico manteniendo sus ojos en ella.

- ¿un sonido de ultra tumba?- pregunto tratando de encontrar sentido a todos.

Sus ojos se abrieron de sorpresa al recordar el pergamino, aque trozo de papel que mostró todo con solo unas gotas de sangre, recordó todo, los hechizos, los bloqueos y... el Horocrux que estuvo dentro de ella hasta el año pasado. Un sonido que solo los muertos pueden escuchar... recuerda que en muchas ocasiones estuvo apunto de morir desde antes de ser una cazadora, no podía morir por otro medios por el alma de Voldemort dentro de ella.

- necesito una prueba de herencia de Kamado tanjirou y Kamado nezuko-

Sorprendida alzo la mirada miró al demonio quien ahora tenía otra expresión.

- se que el no va a escucharme, pero se que el puede escucharte si se le realiza la prueba... ellos deben saber que no son simples humanos-

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Ya habían pasado tres días desde entonces, aquella conversación le revolvía la mente constantemente. No sabía que hacer, por un lado no sabía si confiar en el demonio pero por el otro.

Rápidamente fue a Grimgotts con Tanjirou, no le quiso decir nada ya que no quería generar desconfianza en él. Un duende los llevo al mismo sitio que fue hace un año.

- necesito dos prueba de herencia en mi amigo- hablo sorprendiendo a mi compañero.

- ¿y porque sería eso?- pregunto seriamente

- por favor, se lo explicaré pero primero necesito la prueba- rogó.

- bien- saco dos pergaminos y una daga-

Harriet fue hasta la espalda de tanjirou para dar leves golpecitos en la caja.

- Nezuko... ¿puedes salir un momento por favor?-

La demonio salió lentamente de la caja mirando a su alrededor, el duende les dio las indicaciones, Tanjirou hizo lo que se le pidió mientras que harriet ayudaba a nezuko.

Ambos pergaminos brillaron revelando la información, harriet tomó uno y lo leyó sintiendo como su sangre se congelaba de la impresión, el chico la miró preocupado mientras su nariz percibía el olor del miedo y la sorpresa.

- ¿Harriet que pasa?- pregunto preocupado.

- velo por ti mismo- susurro entregándole el pergamino.

Tanjirou tomó el papel y lo leyó en estado de shock.

Nombre: Tanjirou Kibutsuji Kamado

Edad: 17 años

Padres: Muzan Kibutsuji/Tanjuro Kamado (padre gestante).

Rápidamente tomó el pergamino de su hermana y lo leyó decía exactamente lo mismo.

- ¿cómo puede ser esto posible?- susurró.

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Zenitsu mirando a tanjirou y a harriet, ambos habían estado muy callados desde que llegaron, podía oír los el ritmo disparejo de ambos y eso le preocupaba.

- ¿está todo bien?- pregunto preocupado.

- zenitsu- susurró seriamente harriet. -¿ podemos hablar después?-.

- umm..  claro, no hay problema-

Horas después harriet se reunió con el rubio asiático quien estaba nervioso, a pesar por el rostro neutro de la ojiverde ritmo de los latidos del corazón le indicaba que estaba nerviosa.

- zenitsu... solo te pido que no me interrumpas- pidió mirando a su amigo-  hace tres días después de una misión con draco fui secuestrada por Muzan- confeso mientras apartaba la mirada- él me pidió algo... era una prueba de herencia en tanjirou y nezuko... resulta que... Ellos dos-

- ¿ellos dos que?- pregunto asustado- ¿harriet que pasa?- volvió a preguntar.

- Somos Hijo de Kibutsuji Muzam- hablo tanjirou a sus espaldas.

El silencio reino en la habitación, zenitsu miró asombrado por la confesión.

Eso debía ser imposible, pero el sabe que tanjirou no mentiría con eso, mucho menos harriet.

- tanjirou- habló la pelinegra llamando la atención de ambos- ¿estas dispuesto en hablar con el?- pregunto seriamente.

- si... necesito respuestas a todo esto harriet-

- tanjirou- susurro el rubio, sin más se acercó y tomó la mano de amigo- !No importa!... !no me importa que seas hijo de un demonio!, ¡eso no cambiará mi opinión sobre ti y la pequeña nezuko!-

Ambos miraron sorprendidos a su compañero miedoso, sin pensarlo más tanjirou lo abrazó dejando que las lágrimas cayeran por sus ojos, rápidamente devolvió el abrazo consolando a su amigo pero tomó a la pelinegra integandola en el abrazo-Consuelo.