memoria y humillación

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No podría escuchar nada, tampoco moverse, era como si flotará, podía escuchar unas voces de fondo, hasta que pudo abrir sus ojos levemente aún si visión era borrosa.

- mírala, es hermosa- dijo una voz que ella no podía reconocer- tiene el color de tu cabello y sus ojos son como dos hermosas esmeraldas, siento que tiene más de ti que de mi- dijo con un tono que parecía un puchero.

- no digas eso.. puede que esa sea parecida a ti, solo espero que no saque ese carácter tuyo- respondió una voz más gruesa la cual se le hacía familiar.

Estiro su mano para intentar tocar una de las caras que no podía visualizar, pero sintió algo tocar su mano así como un impulso cerro su manos, el sueño pronto se hizo presente, sin poder evitarlo cerro sus ojos sintiéndose segura.

Tan pronto como los cerro los volvió abrir visualizando un techo borroso, como pudo encontró sus lentes y se los puso, dándose cuenta que estaba en la enfermería.

- que bueno que despertó señorita Potter- escucho uno voz femenina dirigiendo su mirada hacia la enfermera- lleva 5 días dormida, tuvimos que mantenerla dormida esos días para que sus heridas sanaran correctamente- dijo mientras le pasaba una poción de la menor quien se la tomo de un trago sin quejas.

- al menos el saber es más pasable que la medicina que me hicieron tomar en la mansión mariposa- comento con una sonrisa al ver la expresión sorprendida de la enfermera.

Al final ambas terminaran riendo y prosiguió hacer la última revisión antes de dejarla salir, recomendarle una poción nutritiva por una semana en cada comida.

Cuando la menor finalmente abandonó la enfermería, caminando hacia su sala común aún que no espero a que alguien se le lanzara encima.

- tonta como se te ocurre!- reclamo draco mientras agitaba a la menor.

- draco déjala o vas a terminar mandando la de regreso a la enfermería- regaño una pelinegra esperando a ambos.

- gracias Parkinso- agradeció harriet algo mariada por la sacudida que le dio amigo.

- no fue nada, pero mejor dime pansy Potter- respondió con una sonrisa

El trío fue al gran comedor pues ya era hora de almuerzo, y la menor moría de hambre literalmente. Apenas entraron muchas miradas se posaron en la de menor estatura pero los tres los ignoraron y fueron a sentar.

- miren a quien tenemos aquí, ¿llamando la atención potter?- dijo una voz a sus espaldas haciéndola suspirar.

- ¿qué quieres ahora Weasley?- pregunto mirando al pelirrojo- ¿vienes a criticarme por salvar tu patético trasero?- pregunto con burla provocando que muchos pusieran atención a ambos.

Ron se sonrojo pero antes que pudiera seguir la pelinegra tomo la palabra.

- en primera te dije que te largaras por que era peligroso, pero tu seguiste con los insultos hacia mi casa, le lanza u hechizo que no le hizo cosquillas y ¿qué pasó?, te paralizaste como un niño pequeño, por ti culpa mis cotillas se rompieron y mis pulmones se perforaron- dijo prácticamente gruñendo enfrentando al pecoso- deberías de agradecerme por salvar tu trasero y tu el director cree que tu me ayudaste pues se equivoca, ninguno de aquí sabe como tratar con ellos, yo fui entrenada para esto, a pesar que me disguste es mi trabajo salvar a las personas incluyendo a las que se creen la gran cosa, ahora hazme el favor de volver a tu puesto y déjame comer por que estoy hambrienta- finalizó para darle la espalda y volver a su asiento.

El gran comedor estaba en silencio, estaban sorprendidos de como las palabras de la menor entraron en el orgullo del menor quien solo volvió a su puesto.

Mientras que en la mesa de profesores uno en particular estaba aguantando solar un risa manteniendo su expresión fría y amargada, pero estaba orgulloso de su hija. La casa verde estaban sorprendidos y emocionado al ver como el Griffyndor fue humillado.

Un cuervo negro aterrizó frente a la ojiverde soltando un pequeño saco quien solo después empezó a picotear a la chica quien solo se disculpaba mientras reía, al final el pagaro se calmó al dar unos trozos de carne.

- ¿que es eso?- pregunto el rubio mirando el saquito.

- oh esa es mi paga- respondió naturalmente.

- ¿te pagamos por matar demonios?demonios- pregunto un sorprendido Blaise mirando a la menor- ¿cuánto?- volvió a preguntar.

Harriet solo río, tenía todo el día para explicarle a sus amigos como funcionaba su trabajo.

Harriet Potter La cazadora de DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora