La Verdad y Comenzando el Reto

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-¿De que se trata Fray Godofredo? -pregunto Leo confundido sobre lo que fuera que quería hablar el viejo sacerdote con el.

-No tengo mucho tiempo para perder muchacho y se que a estas alturas tu tampoco lo has de tener, así que voy a tratar de simplificarlo lo mas que pueda. -dijo Fray Godofredo en todo momento con seriedad recibiendo un asentimiento de parte del ex-cazafantasmas. -Hace poco fui a ver a nuestros amigos a la vieja casona ya que sentí que el Charro Negro estaba aquí en Puebla, algo que creo que a estas alturas tu ya debes de saber, ¿no? -pregunto el sacerdote viendo directamente al muchacho.

-Lo se, y la verdad es que ese maldito ya ha logrado mover sus hilos. -dijo Leo con furia y tristeza al pensar en su abuela y su nana.

-Si, es mas hace poco ese maldito demonio apareció en la casona para mofarse de nosotros ya que sabe bien que nosotros ya no te vamos a poder ayudar ahora que ya no nos puedes ver. -dijo el Fray a la vez que recordaba el para nada amigable encuentro que el y el resto del equipo cazafantasmas tuvieron hace poco de parte del malévolo jinete.

-¿Pero los demás están bien? -pregunto Leo preocupado por lo que el Charro les pudo haber hecho a sus amigos.

-Por eso puedes tranquilizarte muchacho que ellos están bien. -dijo Fray Godofredo haciendo que el muchacho de cabello castaño solamente un muy leve suspiro de alivio. -Pero aun así, es seguro que el solo quiere provocarnos, y si mis conocimientos no me fallan, es muy posible que a lo mejor quiera que nosotros caigamos en su juego para así poder destruirte no solo a ti y a tu familia. -termino de decir el viejo sacerdote con seriedad.

El cuarto estaba en silencio, Leo no estaba seguro de que decir al respecto ya que el mas que nadie entiende lo engañosos que pueden ser los espectros, y mas si se habla de alguien que hace tratos como el Charro Negro.

-Sabes Fray, no quiero sonar oportunista ni nada pero me gustaría pedirte un favor. -decía Leo mientras se rascaba la nuca, atrayendo así la atención del hombre. -Mire, es que ahora que se lo que quiere hacer el Charro Negro voy a necesitar toda la ayuda que sea posible, y ya que como mi equipo original no va a poder ayudarme, les voy a tener que pedir ayuda a mis amigos que me ayudaron en mis aventuras ayuda para que cuando vaya hacia las respectivas zonas para que estén atentos cuando vaya, ademas de que si el Charro Negro trajo de nuevo a los antiguos espectros que me ha tocado enfrentar, para que tengan las mayores precauciones posibles. -termino de decir el joven castaño quien a la vez estaba tomando las cartas del escritorio para dárselas al hombre.

-¿Estás seguro de querer hacerlo muchacho? -pregunto Fray Godofredo algo preocupado por el joven ex-cazafantasmas.

-Si Fray, lo estoy. Se que es un riesgo el pedir ayuda a gente que puede llegar a terminar herida ante esto y en serio no es algo que me agrade mucho, pero si lo hago solo seria como un suicidio ya que es seguro que ese maldito Charro se va a asegurar de que me la pongan mas difícil que antes, simplemente no puedo hacer esto yo solo Fray, simplemente no puedo. -dijo Leo aclarando lo que pasaba.

El sacerdote estaba en silencio viendo al muchacho, el conocía a Leo San Juan desde que apenas era un chamaco, y al igual que su abuela el sabía muy bien que el castaño podía llegar a ser una gran persona si era capaz de vencer sus miedos, y eso es algo que el chico ha mostrado desde que derroto a la Nahuala, que hasta el mas cobarde es capaz de hacer grandes cosas, y que con la ayuda y la motivación adecuadas, pueden ser capaces de grandes cosas si en serio se lo llegan a proponer.

-Bueno hijo, si eso es lo que quieres entonces esta bien. -dijo Fray Godofredo a la vez que tomaba las cartas del castaño para luego darse la vuelta y comenzar a irse, no sin antes voltear a ver al joven ex-cazafantamas una vez mas. -Y Leo... -volvía a decir el hombre captando así la atención del muchacho.

El Regreso del Charro NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora