Desperté, un día más desperté, un día más en el que tengo que soportar todo. Terminé de despertar, la alarma de mi teléfono estaba sonando y aun medio dormida apagué la alarma.
Me pare de la cama, comencé mi rutina, entrar al baño y bañarme, secar mi cabello, salir del baño, entrar al closet y sacar mi uniforme; me puse las calcetas y zapatos. Recogí mi cabello en una coleta y me puse mis lentes.
Salí de mi cuarto, bajé las escaleras y ahí estaba mi papá con dos mochilas en las manos al pie de las escaleras.
-Ya estas lista hija?- dijo mi padre con una enorme sonrisa.
-Sí papá- mentí, no estaba lista para vivir otra día más este acoso.
-Mira, este es tu desayuno- dijo mi madre extendiendo la mano con un tóper, tomé el tóper y ella me dio un beso en la cabeza.
-Uita, en un rato vuelvo, llevaré a Agnes ¿si?- dijo papá tomando las llaves del automóvil.
-Claro amor, yo llevaré a Liam- dijo mamá y en un segundo salimos mi padre y yo de la casa.
Me subí al asiento del copiloto y abroché mi cinturón.
-Cómo te ha ido en la escuela? Me dijo mamá que bajaste de calificación.
-Lo siento papá, prometo que saldré bien el próximo mes- suelo tener buenas calificaciones, pero no las más perfectas, me considero en un término medio.
-No tienes nada porque disculparte, si necesitas algo, solo dilo- sé que para cada chica, su padre es perfecto, pero esta vez, no les miento, mi padre es el más comprensivo, amable y amoroso, siempre ha estado para mí y lo amo inmensamente por eso, mamá también es genial, pero mi papá es diferente, siento una conexión inigualable con él.
Viendo películas de hijos de famosos o personas importantes, sin duda es muy diferente, aunque nadie fuera de casa, sabe de mi existencia y la de mis hermanos. Papá no quiere ocultarnos, simplemente quiere mantenernos a salvo, que tengamos una vida normal.
¿Emily? ¿En donde está mi otra mitad? Ella estaba en Los Ángeles con mi tío Emilio, en unos días volverá y la espero con ansias, diario nos mandamos mensaje, pero no es lo mismo a abrazarla después de tanto tiempo.
-Gracias papá- le di un beso y bajé del auto.
Al entrar a la escuela, fui directo a mi salón de clases.
-Ya llegaste- sin levantar la mirada asentí, pasé por un lado de ella, castaña, ojos azules obscuros y alta. Al pasar por su costado, me tomo del cabello haciendo que me frenara por completo- ¿yo te enseñe estos modales? No ¿verdad? Discúlpate.
-Dijo que te disculparas- dijo una chica mientras me daba una cachetada.
-Lo siento- dije con una temblorosa voz.
-Está bien, te perdono, no puedo ser tan cruel con las feas como tú- me empujó y caí de rodillas en el suelo; mis cosas ya estaban regadas por doquier, no me di cuenta de que las habían tomado.
Me dispuse a recoger mis cosas y no me moleste en buscar mi dignidad, porque desde que tengo memoria, no tengo ni un poco de dignidad.
La chica que se sienta siempre sola en el almuerzo. La chica que tiene las peores notas. La chica que tiene que entregar todos los regalos de san Valentín, pero que no recibe ni uno. Soy la chica que esta cansada de la vida y de la humanidad; soy aquella chica que todos eligen al final o simplemente no eligen.
Sé sincero, ¿tu seguirías luchando a pesar de ser alguien como yo?
Aquellos folletos que hablan sobre el suicidio, sobre el acoso escolar, son una basura, no es tan sencillo como suena. ¿Como llegar y decirles a mis padres que su hija, la que siempre se la pasa sonriendo... simplemente quiere acabar con su vida? ¿Como puedo llegar y decirle a mi padre que he intentado acabar con mi vida más de una vez?
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No me olvides...
RomansaUna chica que es la mayor fan de Iván Martínez lo salva de un terrible accidente, en cambio ella resulta gravemente herida a l punto de perder la memoria, los recuerdos de su ídolo se borran por completo e Iván quiere ayudarla a recuperarlos mientra...