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Sonando el despertador y siendo apagado al instante pues en toda esa noche no pudo dormir, siendo finalmente notorias las ojeras que habían comenzado a formarse desde hace ya una semana. Siendo víctima de pesadillas y la ansiedad, ¿Que era a lo que realmente le tenía? Se pregunto, aunque como era de esperarse la respuesta nunca llegó y posiblemente tardaría en llegar.

Estando acostada aún y viendo el techo con gran interés, mientras sus ojos se sentían pesados y cansados, la falta de sueño reducía sus fuerzas las cuales eran necesarias para afrontar todo esto, sin embargo estaba aterrada.

Yashiro: Cual es mi mayor temor en todo esto? (Se pregunto nuevamente)

Con algo de pesadez se levantó de la cama solo para terminar sentada al borde de esta, no tenía la suficiente fuerza para levantarse y alistarse para asistir al hospital. Pero sintió más una pesadez, era como si una gran peso le impidiera moverse, se pronto se escuchó un sonido resonante en sus pensamientos haciendo que volviera a la realidad y viera si celular, el cual había llegado un mensaje de cierto castaño oscuro.

Lo siento yashiro pero llegaré un poco tarde debido a que los trenes están retrasados, nos veremos en el hospital.

Y recuerda... Tu puedes!.

Al leer dicho mensaje era como si algo despertara en ella, tal vez era el saber que no estaba sola y que tal vez nunca lo estuvo, sintiendo como algo de ese peso de disipará para que ella pudiera moverse, comenzando así a alistarse para ir al hospital.

Saliendo así de su casa y cerrando la puerta con llave, bajando aquel edificio y al ver el pavimento solo pudo decir..

Yashiro: no te acobardes... (Y dando el primer paso para dirigirse a la para de autobús)

Pues al saber que estaban retrasadas las líneas del metro optó por una vía más tardada pero segura. Transcurriendo así el tiempo y por fin haber llegado al hospital pregunto por su cita y rapidamente la llevaron a una habitación, hasta que fuera la hora de su cirugía.

En la habitación 308 se encontraba una daikon mirando por la ventana y esperando a que el chico de mirada ambarina apareciera, comenzando a sentir nuevamente sueño decidió acostarse en la cama y poder dormir siquiera una hora antes de ello.

Mientras tanto un joven de cabellos castaño oscuro algo desesperado por llegar rápido con Yashiro, mirando la hora en su celular y casi al borde del colapso, mientras veía por la ventana lo rápido que avanzaba el tren, ¿Acaso era una jugada del destino para evitar su llegada? Posiblemente eso era lo que ocurría. Ya llevaba una hora sentado y avanzando poco, decidiendo que al llegar la primera parada se bajaría y tomaría un taxi para llegar con Yashiro, lo cual tomaría algo de tiempo, el tiempo que no tenía y el cual debía esperar forzadamente.

Hasta que por fin llegó a la primera parada y bajo lo más rápido posible, para tomar un taxi e ir finalmente al hospital, al llegar pago y bajo del auto, corriendo casi sin frenos hasta llegar a la recepción y preguntar por la joven, recibiendo el número de la habitación en dónde estaba y que estaban apunto de iniciar la cirugía, agradeciendo y llendo hacia el ascensor para llegar al piso donde se encontraba la habitación de Yashiro, solo para ver cómo las enfermeras luchaban por abrir la puerta y convencer a la joven de qué abriera.

Amane: Que pasa aquí? (Pregunto a las enfermeras)

Enfermera: usted es familiar de la paciente? (Pregunto por su intromisión)

Amane: claro que lo soy, soy su hermano (respondió con firmeza)

Enfermera: de acuerdo (respondió y continuo) cuando veníamos por ella para trasladarla al quirófano la puerta estaba cerrada e incluso creemos que la bloqueó con algo (informo)

El joven al escuchar dicha información solo pudo chocar su mano contra su frente, tal vez para calmarse o para calmar las ganas de gritarle a la daikon.

Amane: no se preocupen, hablaré con ella y cuando esté lista les llamaré, pero tengan en cuenta que seré algo brusco con ella (dijo y abvirtio)

Enfermera: entendemos... (Respondió y decidieron retirarse por un momento pero lo suficientemente cerca para estar al pendientes de la llamada)

Una vez estando solo en el pasillo, tocó la puerta tres veces...

Amane: yashiro..? (Pregunto su nombre para ver si había respuesta)

Yashiro: qué quieres..? (Respondió con voz llorosa)

Amane: que ocurre?, Porque actúas de esta forma? (Pregunto lo más sutil que pudo)

Yashiro: tengo miedo... (Respondió) tengo miedo de verme, miedo de ver mi rostro sin la cicatriz, tengo miedo de descubrir que no sea lo que esperaba (culminó)

Esas palabras provocaron una risa pequeña en el contrario, cosa que no paso desapercibida por la peliplata.

Amane: que tonta eres, como quieres descubrirlo si ni siquiera haces el intento de verte (respondió) además creo que cuando todo esto termine te verás aún mejor de lo que ya eras.

Yashiro: mientes... Solo dices lo que yo quiero escuchar, siempre has Sido así (respondió con voz quebradiza)

Haciendo que el vaso derramará el agua, estando molesto por tal comentario, comenzó a jalar la puerta y con fuerza pudo forzar la cerradura además de dicipar los obstáculos, solo para encontrar a una chica de ojos llorosos en una esquina de la habitación.

Amane: Porque lloras? (Pregunto atónito, cerrando la puerta detrás suyo)

Yashiro: no quiero... (Dijo llorosa)

El no respondió solo se acercó con cuidado y con gentileza la tomo de las manos y poco a poco la jaló hacia el para tenerla en sus brazos y darle un abrazo protector.

Amane: tranquila... (Dijo con suavidad y acariciando sus cabellos para confortarla) yo estoy aquí, recuerda que no estás sola.

Las lágrimas eran cascadas que terminaban en el hombro del chico, las caricias que le proporcionaban era un consuelo y sus palabras un calmante, ¿Que es a lo que le temes en realidad? Apareció la pregunta en su mente, y con una tranquilidad respondió: A verme como soy en realidad.

Yashiro: tengo miedo... No sé que hacer... Yugi tengo mie... (Pero su desesperación de diluyó como agua)

El joven de cabellos castaño oscuro la había besado, un beso suave y tranquilizador, como si en ese beso bertirea clama al alma contraria, y saliendo de esa espesa oscuridad sintió más ligero su cuerpo, las pesadillas se fueron y aquel demonio se deshizo dejándola en la luz.

Amane: (separándose lentamente de los labios contrarios y viendo que por fin se había calmado dijo) lo guardaba para cuando estuvieras completamente recuperada pero lo adelante un poco (dijo sonriente)

Yashiro: Amane... (Ante sus ojos estaba su salvador, alguien que la había salvado de la desesperación y la oscuridad)

Amane: vamos es hora.. (tomando su mano con fuerza para ayudarle a ponerse de pie y guiandola a la salida de la habitación) todo saldrá bien.

Yashiro: de acuerdo...

Habiendo calmado a la peliplata, las enfermeras pudieron hacer lo suyo llevaron a la joven en una camilla hacia el quirófano, dónde aguardaba la Dra. Yako con impaciencia, dejando en la sala de espera a un castaño oscuro que ahora se encontraba rezando para que todo saliera bien.

Continuará...

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He aquí el capitulo de hoy realmente me inspire demasiado XD.

Espero les haya gustado, finalmente el día llegó 😭 yashiro tu puedes!!!!

No olviden dejar su voto y comentario  sobre esta bella historia ✨ nos veremos en la siguiente que estoy inspirada del día de hoy jejeje.

Bye!!

El Misterio de La DoncellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora