CAPITULO CUATRO

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CAPITULO EDITADO

León.

Cinco días después...

Casi una semana que no veo a la mujer en la casa desde que me he despertado, según el hermano, trabaja mucho cubriendo turnos y haciendo horarios extras también me contó que es enfermera.

Ahora entiendo el motivo de los cuidados y lo bien que me cuido en estos días.

Por otro lado, he aprendido mucho de esta pequeña familia, ella y su hermano menor viven juntos desde hace dos años ya que sus padres fallecieron también que el muchacho anda en malos pasos ya que llega a altas horas de la noche

Hoy es domingo, la mujer no salió de la habitación en todo el día de ayer. Le prepare su desayuno como muestra de agradecimiento.

¿Que estará haciendo?

— Ella no desayunará déjala descansar — habla su hermano haciéndome saltar del susto. Me doy la vuelta confundido.

— ¿Por qué? — pregunto con interés.

— Nunca lo hace los fines de semana, duerme tarde por su trabajo, prácticamente sale de aquí a la madrugada y viene de tarde. Es mejor que descanse, no quiero que se desmaye de agotamiento — dice, asiento con la cabeza sin decir ninguna palabra.

— ¿En que trabajaba ella? — pregunto con mucha curiosidad.

— Viejo te lo dije ayer, es enfermera — responde.

Es cierto me lo dijo ayer.

Luego suspira mientras baja su cabeza.

— Antes no era así ella extendió su horario de trabajo en el hospital desde que mis padres no está — expresa con tristeza. Se queda callado por unos segundos.

— A veces quiero ayudarla, pero mis malos pasos hicieron que sufra las consecuencias de mis acciones. Nadie quiere darme trabajo por ese motivo — habla.

— ¿Cuál motivo? — cuestiono.

— Trabajo para alguien muy peligroso y eso me hace mala persona. Todo el mundo aquí me conoce por eso — admite y trago saliva.

— ¿Por qué trabajas para él? Eres muy joven para estar en este mundo, Hernán— interrogo.

— Es dinero fácil — contesta encogiendo los hombros.

¿Y no pensaste en el bienestar de tu hermana? — pregunto y niega varias veces con la cabeza.

— Mis padres habían muerto y no pensaba las cosas con claridad, pero ahora ya no quiero saber nada de esa vida, solo quiero salir de eso — admite y asiento.

Quiero decirle a ese muchacho que todo estará bien, pero le mentiría.

— Yo sé que usted es el hijo de mi jefe — comenta mientras come su desayuno y le observo asombrado cuando trato de hablar, me interrumpe.

— No le delataré porque mi hermana le trajo a mi casa, no le haré daño a ella. Solo le pido un favor — se adelanta a decir.

El confía en su hermana, yo ni siquiera puedo confiar en los míos.

— ¿Cual? — pregunto mientras miro mi taza de café.

— Aléjate de mi hermana o protéjala, ella es inocente, no tiene nada que ver con nuestro mundo — dice con un tono frío.

— La protegeré porque es demasiado tarde para abandonarla a su suerte. Seguro que los hombres de mi padre ya me encontraron — comento, el niño asiente con la cabeza y se levanta de la silla para caminar hasta la salida.

— Dile a mi hermana que me perdone por todo lo que ha sufrido — dice.

— ¿Que? — cuestiono.

— Es obvio que vendrán por mí también al ocultar a un hombre como tú en mi casa — habla.

— Nosotros podemos superar esto juntos, no te vayas. Hazlo por tu hermana, no por mí, ni siquiera me conoces y ya me tienes confianza — hablo rodando los ojos por su confianza, se queda pensando por unos segundos.

— Tienes razón, me quedo — admite y sonrío de lado.

Él se da cuenta de lo que iba a hacer y me mira pálido.

— ¿Qué te pasa? — pregunto.

— Soy un terrible hermano menor — comenta con un tono triste y asiento varias veces.

Yo también soy un terrible hermano mayor.

— Tienes mucha razón y tu conciencia sabrá todo el tiempo eso. Lo único que tenemos que hacer es proteger a tu hermana de todos nuestros enemigos — comento.

— ¿Y cómo haremos eso? — pregunta.

Esa es una buena pregunta ¿cómo protegeremos a Ana? Ya tendremos una idea de eso.

El Heredero Perdido (# 2 PM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora