CAPITULO DOCE

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CAPITULO EDITADO

Ana

Mi papá conoce al señor que me secuestro, son amigos y no lo puedo creer. Todo el mal momento que me hizo pasar este hombre me hace sentir furiosa e impotente.

— Ustedes están mal de la cabeza - hablo por primera vez con el shock que tengo ahora mismo. Los dos "adultos" me miran confusos, mi papá habla, pero levanto mi mano. Observe al señor que me secuestró.

— Los dos están totalmente locos. Este hombre maltrató a su hijo ¿Sabes cuántos puntos tuvo León cuando encontró en la calle? Me importa si fue un traidor o no, es un ser humano igual que yo, nunca le perdonaré que me haya tratado así — menciono enojada. Los dos tratan de hablar, levanto la mano para que me dejen de terminar.

— No importa, no se dan cuenta de que están perdiendo a personas importantes y sobre todo que son los hijos. No entiendo, papá como puedes estar tan feliz, me la pasé falta estado aquí y tu todo feliz ¿Sabes qué? No importa, me largo de aquí — expreso con un tono serio, los dos me miran asombrado, mi padre trata de acercarse a mí, pero impido que lo haga.

— No quiero que me toques o hables papá, estabas enojado con este hombre y al segundo feliz porque te encontraste con tu amigo del alma, pero ¿sabes una cosa? Yo si tendría en primer lugar a mis hijos y no a un tipo como este, amenazarme, pégame, haz lo que quieras ya no me importa — continúo y me doy la vuelta para irme de ese lugar, no estoy golpeada, no me duele nada así que es hora de irme de aquí antes de mate a estos dos hombres.

— Hija — dice mi padre arrepentido, me agarra de mi muñeca, pero niego logro zafarme.

— No tienes derecho de llamarme así, gracias por salvarme "padre" a partir de ahora, no quiero saber más nada de ti — hablo decidida y saliendo de está habitación. Me encuentro con mi hermano menor Preocupado igual que Edric.

— Vamos a la mansión y buscaremos a León, no quiero estar ni un minuto o más cerca de estás dos personas — ordeno con una voz fría. Los dos asienten, no dicen nada.

— Ana, espera tenemos que hablar — grita mi padre tratando de alcanzarme, pero lo ignoro como él siempre ha hecho conmigo, no puedo pensar en nada solo estoy decepcionada conmigo por creer que mi padre le importaba un poco.

— Hija, por favor — súplica me paro en seco al escuchar la voz del hombre que me dio la vida.

— ¿Qué quieres? - pregunto en un tono seco.

— Yo solo quiero que hablemos por favor — me súplica.

— No hay nada de qué hablar, no hay nada de que discutir. Has dejado en claro todo — digo y sigo mi camino.

No miraré atrás, no caeré en su juego ni manipulación. Aguante muchas cosas con él y no me importa ahora mismo que el quiera arreglar nuestra relación de padre e hija.

León

Estoy preocupado por ella.

Mi padre puede ser un hijo de puta cuando se propone. Tengo miedo de que el haga daño a mi mujer y su familia, pero si lo hace responderé por la falta de respeto hacia mí. No tengo miedo a mi padre, he cambiado estando junto a Ana y Hernán, ahora si puedo enfrente a ese hombre por tocarle a mi mujer.

Se lo que dije y no me arrepiento, Ana será mía tarde o temprano, no la dejaré ir. Mucho he sufrido en su ausencia en estos días y creo que todos notaron eso.

Escucho que suena mi teléfono y veo en la pantalla el nombre de Hernán en la pantalla.

— ¿Qué pasó? — pregunto con curiosidad.

— Se armó la guerra, León. Ana está furiosa con mi padre. Estamos yendo para allá. Prepárate para presenciar la guerra entre ellos dos en la casa — informa.

¿Qué habrá pasado como para que ella actúe así? Espero que esta discusión no pase a mayores. 

El Heredero Perdido (# 2 PM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora