Quien diría que un día normal se transformaría en uno no tan normal, Marinette al ver cómo sus compañeros le creen a Lila y que la dejarán sola está cae por un extraño agujero siendo llevada a otro lugar que ya no es el colegio Dupont...
un espejo...
—Estoy en un ataúd, ¿Mori?...imposible...entonces Val...¿Era solo la voz del...paraíso?— pensó la peliazul.
Antes de que pensara en algo más ella noto como el ataúd ya se podía abrir así que cuando lo abrió estaba en un salón lleno de espejos flotantes y ataúdes también. Otra cosa que ella noto es que ya no traía lo que siempre usaba...traía un uniforme.
(Vengo con un cambio gracias a un lector que me dijo que aparecen con la túnica y no con uniforme, lo siento)
(Uniforme hecho en un Picrew) | V
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Ella solo limitaba a ver a su alrededor viendo los espejo y los ataúdes.
—¿Estoy soñando no? Esto es un sueño, de seguro estoy inconsciente porque me caí pero pronto, pronto despertaré.— para ella era un sueño pero... ¿Lo era?
Eso dijo hasta que...alguien hablo.
—Eh? ¿Tu que haces aquí?— una extraña voz, un hombre la llamo de imprevisto.
—Ah, yo...— intento hablar pero...
Al verlo solo podía notar su extravagante vestimenta, su pelo azul oscuro casi como el de ella, su sombrero de copa, esa máscara negra y esos ojos peculiares.
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—¿Sucede algo querida?— pregunto el hombre con máscara de cuervo.
—Eh...AHHHHH!!! UN MONSTRUO!!!— grito aterrada la chica.
—HEY! No soy un monstruo!
Marinette salió corriendo de ahí mientras ese hombre la perseguía por fortuna– para ella –llego a la biblioteca pensando que el no la iba a encontrar ahí.
—Uf, aquí nunca me va a buscar.— un suspiro de alivio salió de su boca pero estaba cantando victoria muy temprano.
—Te equivocas querida.— aquel hombre lo encontró.
—Eh!?
Marinette volteo para ver qué el estaba detrás de ella, ella solo de cayó al suelo y entre lágrimas decía.
