-23:35 h.-

88 10 0
                                    

El joven cantante ojiazul sostenía la pequeña y delicada figura de la chica entre sus brazos. Su rostro, desencajado, estaba dirigido al de la chica, que estaba apoyada en su pecho. Ésta, inconsciente, respiraba de forma imperceptible. Por suerte, la sangre que bañaba el suelo y parte de su cuerpo provenía de una profunda herida en el pie derecho, para ser más exactos en la planta de este. Dan, pese a que estaba más tranquilo, no podía sacarse la idea de que aquellos malnacidos habían tocado a la recién conocida. Y... ¿Por qué salió tan de repente el lado tan protector de Dan? Si al menos conociese a aquella chica de salvaje mirada...

Pero no lo hacía, se encontró por primera vez con ella mientras todo había pasado, y no pudo ni contemplarla bien, detalladamente, como a él siempre le gustaba hacer con las personas. Pero sabía que aquella delicada chica era fuerte, especial, y que después de aquella noche... Puede que ya nada fuese igual.

«Eh, Dan, ¡ven aquí, anda!» exclamó Kyle, aún con Tessie a su lado. Esta le miraba fijamente, con los ojos azules abiertos de par en par.

Dan, con Kalae en sus fuertes brazos, se acercó y miró a la pelirroja con tristeza. A lo mejor eso podía animarla un poco, pero... No lo consiguió. La mediana del grupo seguía con un rostro de miedo y de dolor que sería difícil hacer desaparecer. Ya no miraba a Kyle ni a Dan, sino a su mejor amiga, tumbada en los brazos del cantante de la famosa banda.

«Te-tenemos que... Llevarla a casa» —consiguió decir Tessa, a pesar del castañaqueteo de los dientes repentino. Tenía frío, mucho frío. Las noches invernales de Londres podían ser muy gélidas, y si le añadías el miedo, se hacían más frías aún...

«¿A casa? ¡¿Estás loca?!» —soltó Dan sin pensar, mirando a su mejor amigo amante de los felinos y a la chica que anteriormente le había dicho tal barbaridad— «¡Se está desangrando!»

«Dan, podrías... Cuidar esas palabras...» —susurró el menor por lo bajo. Ahora miraba a aquella chica pelirroja que había llamado la atención hace... ¿Cuánto? ¿Horas? ¿Minutos? Parecía que habían pasado más de un par de horas, pero no, no había ni llegado a una. Se dirigió de nuevo a ella, ignorando el nerviosismo exagerado característico de su 'hermano'—. «Tess, tranquila, sabes que hay que ir al Hospital... Los nervios te están controlando, como a Dan, tranquila...»

Armándose de valor y encuadrando los hombros al ponerse recta, siendo de casi la misma altura que del cantante, miró los marrones ojos de Kyle, que embelesado la miraban. Ella ya no llloraba, pero su rostro estaba serio, muy serio.

«No, sé perfectamente qué estoy diciendo, ¿va-vale...?» —cuidó su respuesta y mirando a ambos se agarró las manos, como para tener un punto de apoyo— «Se curará...pronto» —ante la incrédula mirada de sus ídolos, la chica asintió con cuidado— «Si no lo ha hecho ya...»

«La obsesión toma el control»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora