«La obsesión toma el control»

-23:17 h.-

Estaban justo en frente, ni a tres metros de distancia. Cuando se dieron cuenta de la presencia del chico una de ellas gritó. Otra se echó para atrás y la tercera, la pelifuego, alzó la cabeza, mirando al pianista con cautela. Éste pudo ver sus profundos ojos azules, perderse en ellos pese a la leve luz que les ilumbraba.

«Perdona...» —dijo la chica con cierta duda— «¿Podrías...? ¿Sabes dónde está la salida?» —pese a su segura postura y su alzado mentón, la voz de aquella chica, además de ser suave, en aquellos momentos se percibía bastante nerviosa.

«¡¡Kyleeee, lo tengo!!» —interrumpió el cantante saliendo de la habitación, echándose encima de su amigo. El ojiazul no se percató de las tres personas que estaban con él. Lo abrazó y ambos se tambalearon—

«Eh, Dan...» —no le dio tiempo a decir más, ya que las tres chicas se habían puesto a gritar y a dar saltos como locas. Los habían reconocido al instante en cuanto los vieron juntos.

«Oh,oh...» —exclamó Dan sin saber cómo reaccionar. Se separó al instante de su mejor amigo y se llevó una mano a la nuca. Las miró, y su rostro palideció al reconocerlas, exactamente igual que a Kyle. Las chicas que vieron en el escenario.

Negro, amarillo y rojo. Intensos colores e intensas miradas.

«Ahhhh, ¡no me lo creo, no me lo creo!» —gritó la chica con el pelo dorado llamada... ¿Beth?— «Sois... S-sois... ¡VOSOTROS!» —gritó escandalosamente, y la pelirroja la agarró suavemente del brazo, mirando a ambos chicos estupefacta—

«Tranquila, Eli, solo son... ¡DOS DE LOS COMPONENTES DE LA MEJOR BANDA QUE EXISTE!» —gritó la ojiazul seguidamente de su amiga, mirándolos. Irradiaban una felicidad que se contagiaba. Los músicos se miraron entre sí, y soltando una leve carcajada, dijeron:

«No cabe duda de que sois Stormers»

En ese momento, cuando Tess giró la cabeza para sonreírle a su mejor amiga, la morena, que había estado hasta ese momento con ellas... Se dio cuenta de que no estaba.

Había desaparecido. Se había esfumado.