𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 6

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—Y bueno, ¿cómo te fue con Verónica?— le pregunto Dean a Forsythe mientras entraba al dormitorio.

—No se si sorprenderme o no de que Verónica siga sin conocerme— hizo una mueca.

—El viernes es su cumpleaños— le recordó.

—Lo sé, ya le dije a mi madre que compre el regalo.

—¿Crees que hará fiesta?

—Es Verónica obvio que la hará.

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Ya era viernes lo que significaba dos cosas el inicio del fin de semana y el cumpleaños de Verónica. Antes de que comenzará la primera clase Verónica se encontraba hablando con Donna.

—Publica en internet sobre mi fiesta.

—Pero Verónica va a venir cualquiera, ¿y si es alguien que odias? O peor, alguien peligroso.

—Donna es mi cumpleaños todo el mundo tiene que estar presente.

—No me parece buena idea pero bueno.

Al salir de la última clase en medio del pasillo Forsythe se puso enfrente de Betty impidiéndole el paso.

Se acercó a su oído y le susurró —Espero que vayas a la fiesta
Elizabeth, te quiero ver ahí— Betty como respuesta rodó los ojos y suspiró.

Todas en el pasillo murmuraban acerca de como el famoso Forsythe se acercó a la nueva, algunos suspiraban ante su paso y miraban con odio a la rubia.

«Solo es cuestión de tiempo para que sepan quién soy» pensó Betty.

Caminó hasta su dormitorio y Archie se encontraba en la cama de Donna.

—Brett me corrió del cuarto al mismo tiempo que entró Donna.

—No me importan sus vidas sexuales pero cada habitación de está escuela parece un prostíbulo— Contesto Betty mientras se quitaba el chaleco.

—¿Vamos a ir a esa fiesta?

—Obvio, apúrate con tus tareas que no regresaremos hasta el domingo en la noche.

—Yo eligire tu vestido, te tienes que ver perrisima y más si ese Jones anda detrás de ti.

—¡Archie!

—Ya, perdón— levantó las manos en señal de inocencia.

Horas más tarde ambos ya se encontraban listos para ir hacia la casa de Verónica.

Betty vestía un vestido color verde esmeralda que le llegaba a mitad de los muslos con cuello "v".

Archie iba bastante sencillo le preocupaba más el aspecto de los demás que el suyo, según el solo miraba a los demás y no a el mismo así que no ocupaba arreglarse. Es algo sin lógica pero así funcionaba el cerebro de Archie Andrews.

—¿Nos vamos?— preguntó Betty mientras tomaba su bolso.

—Vamonos.

Archie condujo hasta el lugar donde ya había demasiada gente.

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—Este lugar apesta a alcohol— dijo Forsythe mientras hacia una mueca de disgusto y ambos entraban a la casa.

—Y apenas comienza, ahi viene Vero.

—Hola Dean, amor.

—Hola Ronnie, ten— le entregó una pequeña caja.

—Es perfecta, gracias— era una pulsera de perlas, el sabía que las amaba.

—No hay de que, felicidades.

—Gracias, voy con Donna.

—Alla viene Barchie— avisó Dean.

—¿Quién?

—Betty y Archie, es un ship.

—¿No tienes nada mejor que hacer, verdad?

Dean solo se encogió de hombros y caminaron hasta ellos.

—Archivald, Elizabeth— saludó Forsythe.

—Prefiero Archie— contestó el pelirrojo.

—Bueno, Archie— destacó Dean —Acompañame por algo de beber.

—Si claro— contestó captando rápidamente sus intenciones.

—Hola Forsythe— habló Betty con un tono coqueto— ¿Feliz de verme?

—Por supuesto preciosa.

—¿No deberías estar con tu adorada novia?

—Ella— se aclaró la garganta —está ocupada.

—Su relación es tan mala, llevó una semana aquí y ya se que solo son una apariencia, en esta escuela son todos unos idiotas sin cerebro.

—Uy, yo pensé que venías aquí por gusto, te puedes ir ¿sabes?

—Un poco de diversión no hace mal.

Ambos desviaron la mirada hacia Archie y Dean quienes competían por quién lograba tomar más shots consecutivamente.

—Ire por mi amigo antes de que le dé un coma etílico.

Forsythe se dirigió hacia ellos, pero ninguno tenía intención de parar, resignado se sentó en uno de los asientos y dirigió su vista hacia donde adolescentes sudados bailaban y otros cantaban al ritmo de la música.

Su atención fue desviada de Verónica a Betty quien bailaba como si no hubiera un mañana, para el destacaba de los demás todo lo demás se esfumó solo quedaba ella.

A pesar de que odiaba bailar no podía perder una oportunidad como aquella dio un último vistazo a su amigo que se encontraba en el suelo después de haber sido vencido por Archie y se acercó y empezó a bailar.

Poco a poco se fue acercando a la rubia y fue cuestión de segundos para que empezarán a bailar juntos sin importar que estaban siendo observados por los demás. Sus cuerpos se sincronizaban perfectamente al ritmo de la música, pero sobre todo los del uno con el otro formando una asombrosa poesía.

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Indelible loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora