Pol y pool

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Samu's POV
//Suspiré frustrado y le agradecí al señor Phillips antes de seguir mi camino. Ahora sí que necesitaba unas cervezas//

Estaba muy enojado por haber perdido ese examen. Sabía que había sido irresponsable por no ver el tiempo, pero no me arrepentía. Al menos ahora sabía que el idiota se había curado bien la herida.
Hablando del azulado, se me había perdido de vista. Estaba tan frustrado que ni siquiera me di cuenta cuando desapareció, pero sabía dónde encontrarlo.

No tenía nada que hacer hoy y Leyla me había dicho que iba a verse con un tal Bruno más tarde. Esperaba que le fuera bien, aunque ahora mismo quisiera más que nada que salga del examen para comernos unas pizzas y que se me pase toda la mala gana.

Miré el reloj y me di cuenta que no tenía nada más que hacer aquí. No quería ir tan temprano a mi departamento a estar solo.

¿Sería muy raro si me por el laboratorio para ir a conversar con X? Ahora ya éramos amigos así que no sería malo que de repente aparezca por allí para hacer... ¿cosas científicas? En qué estaba pensando, ¿qué se supone que iba a hacer allí? A mí no me gustan los químicos, sino los planetas y las estrellas. Pero ahora mismo sentía que mi gravedad era hacia allí.

-¡SAM! - el grito de alguien detrás mío casi me da un infarto instantáneo.
-Qué rayos te sucede Pol, has gritado en mi oreja cabrón.
-Epa. Parece que alguien aquí está un poco gruñón. - dijo riendo - ¿qué tal el examen?
-No llegué a tiempo. -dije cabizbajo. Aún me dolía.
-Uh. Ahora entiendo la cara de culo que llevas.
-Calla, gilipollas. -le respondí riendo. Realmente Pol estaba mejorando mis ánimos.
-¿Vamos a por unas cervezas?
-Me leíste la mente.

Agarré mi mochila y salimos de la facu. Aunque sentía que se me había olvidado algo.

——————

Horas más tarde

Estábamos en el bar jugando pool un rato para concentrar la cabeza en otra cosa que no fuera haberme perdido el pinche examen del señor Phillips.
En eso, lo recordé. El laboratorio. Estaba planeando ir hacia allí. Bueno igual no negaba que estaba pasando un buen rato con Pol y las cervezas. Hace mucho que quería librar mi mente de pensamientos y, sobre todo, de emociones que últimamente no estaba entendiendo.

Ahora con el alcohol todo se sentía ligero. No era mucho alcohol, pero era el suficiente para hacerme sonreír sin pensar en nada más que meter la bola 8 en la esquina derecha para ganarle la partida al arrogante de Pol.

———
Tal como dije, gané la partida. Pol el arrogante dijo que me había dejado ganar, pero lo había vencido sin trampas y él lo sabía. Salimos del bar porque ya era tarde y mañana cursábamos temprano como a las 7.

Pol me acompañó hasta casa porque quería ver que no hiciera estupideces después de las tantas cervezas. Pol había sido como mi hermano mayor toda la vida. Era amigo de mi hermano Sergio que ahora estaba de intercambio en México y no venía muy seguido. Aún así Pol había mantenido la manía de llamarme hermano menor y de joderme como si realmente lo fuera. Era un gran amigo para mí.

Entré a mi habitación y cargué mi teléfono que estaba casi en cero. Entonces leí en la pantalla.

4 llamadas perdidas

2 de Leyla
1 de Blanca
1 de un número desconocido que terminaba en 9 y empezaba en ... ¿3? De dónde era este número. Probablemente un turco queriéndome hackear.

Me volví a concentrar en las llamadas de Leyla y Blanca. Entré a WhatsApp para ver si habían dejado algún mensaje y allí estaban. 40 mensajes en el chat grupal y como 7 audios de Leyla maldiciendo a un tarado que le quiso robar el teléfono. 3 audios de cómo le dio una paliza.
Me reí.
Un audio de Blanca después de mucho rato diciendo que Leyla estaba en su casa y que tenía moretones. Que si queríamos ir a verla podíamos pasar la noche en su casa.

Dios. Leyla.

Sin pensarlo ya estaba fuera con mi mochila llena y preparado para tomar un taxi.

Hey BlueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora