Hey Blue

¿Leyla, estás bien?

Leyla's pov
Se hacía tarde y estaba empezando a llover.
17:52
Había sido un buen día hasta ahora. Realmente uno de los mejores. Había comido con sus amigos y ahora estaba en camino a encontrarse con Bruno.
No sabía si era exactamente su crush o no, pero al menos hoy lo sabría.

Sonó una notificación en su teléfono. Bruno estaba cerca. Habían quedado en encontrarse a unas cuadras de la universidad, en un café donde solía comer antes con Denis. Eso le hizo recordar buenos momentos y pensar en que no había visto a Denis en mucho tiempo.

Aprovechó que estaba caminando lento para escribirle un mensaje a Denis, su mejor amigo de la prepa. El mensaje decía que tenían que verse pronto y preguntaba también por Evan. Parecía que les iba bien juntos.

Justo cuando estaba por oír el audio que Denis había mandado en respuesta, su celular se escapó de sus manos. Se lo habían robado.

Siguió al ladrón tanto como pudo, pero de repente apareció una moto a la cual él se trepó y desapareció.  No sin antes reírse en la cara de Leyla.
Ah no.
Leyla no podía aceptar algo como eso.

No había entrenado mucho tiempo, pero sabía bastante de Kung Fu y tenía piernas bastante fuertes. Así que siguió corriendo detrás de la moto hasta que esta tuvo que parar en un semáforo. Fue ahí que aprovechó para tirar de una patada al que le había arrebatado su teléfono.
El chico cayó en la acera y, contrario a lo que ella creyó, el otro chico de la moto no bajó a enfrentarse con ella sino que se alejó. El semáforo estaba en verde nuevamente y ellos estaban en medio de la pista.

Leyla no dudó y colocó un pie encima del hombre para evitar que se moviera.

¡AYUDA! ESTE INEPTO ME QUISO QUITAR EL TELÉFONO.

Empezó a gritar para que no le siguieran tocando bocinas y gracias a ello un hombre vino a ayudar. Agarró al hombre, pero este ya había recuperado la fuerza y al levantarse aprovechó para tirar un puñete a la cara de Leyla.

Ella se retorció de dolor, pero eso solo sirvió para amargarla más. Con lágrimas y, probablemente, un moretón muy feo en el rostro, se acercó a darle su merecido a ese estúpido. Ya no tuvo compasión. El chico era realmente delgado por lo que dos paradas fueron suficientes para dejarlo sin aire. Luego, el hombre que había venido a ayudarla pudo derrumbarlo y entre ambos le quitaron su mochila. De la cual sacaron el celular de Leyla, una billetera y dos tarjetas de crédito que parecían recién robadas.

Llevaron todo eso y al chico a la comisaría.

Había pasado tanto que se había olvidado de Bruno. Prendió su teléfono y le escribió contándole lo sucedido. Bruno entendió y quedaron en verse otro día. Al final, hoy no había sido un tan bien día, después de todo.

Cuando llegó a casa, se encontró con Blanca en la puerta. Y sonrió porque le alegraba tener una amiga cerca en este momento. Realmente le aliviaba.
Leyla vivía sola y nunca le había molestado, pero en este momento extrañaba sentirse cuidada.

-¿Leyla, estás bien? ¿!Qué te pasó!? - Fue lo primero que dijo Blanca cuando vio su ojo.

Y Leyla le contó todo lo que le había sucedido camino al café.