Capitulo 2 [¿Eres tu?]

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Mi corazón latía muy rápido, rápidamente me baje el pasamontañas, el cual no lo había elevado mucho, así que dudo que esa persona que estaba al otro lado del cristal haya podido visualizarme con exactitud. Baje la ventanilla y mire a, ¿Volkov?. ¿Que hacia ahí?

- Si? Que deseas Volkov?.- pregunte con voz temblorosa.

Sus manos se extendieron hacia mi, llevaba algo en la mano.

- Se ha dejado el movil en comisaría, lo vi cuando se iba pero no pude alcanzarle.- afirmo tímidamente.

- Gra-gracias.- tartamudee cogiendo en mis manos el teléfono, segundos mas tarde posándolo en mi bolsillo.

- No me las de, buen día.- sonrío.

Y así viendo como el amor de mi vida se alejaba arranque y me fui al norte, pues yo ya no vivía donde Volkov, ya que si Horacio se había ido del CNP, ¿de donde sacaba el dinero para pagar tales cantidades de la casa?. La verdad es que, esta casa en la que estaba ahora era pequeña pero suficiente, ya que si vivía solo, ¿para que quería mas?.

Llevaba pensando horas en lo que podía haber pasado este día, si el llegaba a verme... Muchas cosas rondaban en mi cabeza. Me levante del sofá y fui a darme una ducha refrescante, para ver si esos pensamientos cesaban, pero no lo hicieron.

[NARRA VOLKOV]

Estaba discutiendo con Conway sobre lo que había pasado esta mañana con Horacio, ya que el de rango mayor a mi no me quería dar mucha información, supuestamente por "protegerme". Decidí calmarme, mire quien se encontraba allí en comisaría. Vi a Dan como salía de servicio, posando algo en la mesa, a lo que vi como lo dejo ahí mientras se iba. Me acerque a ver que era y para mi sorpresa era su teléfono movil. Lo agarre en mis manos y salí detrás de el hasta llegar a un coche en el que el hombre de pasamontañas misterioso de comisaría, justamente se estaba destapando el rostro a la vez que le tocaba el cristal para avisarle que yo me encontraba en el lugar. A lo que el reacciono al instante ocultándose de nuevo el rostro. Bajo la ventanilla y mirándome con asombro, intento averiguar el por que de mi presencia en tal sitio.

- ¿Si? ¿Que deseas Volkov?.- pregunto con voz temblorosa.

Extendí mis manos al unísono que el extendía las suyas para detectar que era eso que yo le estaba entregando.

- Se ha dejado el movil en comisaría, lo vi cuando se iba pero no pude alcanzarle.- afirme con timidez, puesto que la idea de que casi veo el rostro por completo del inspector me resultaba extraño.

- Gra- gracias.- soltó este tartamudeando.

Notaba su nerviosismo así que decidí ser cortes y irme.

- No me las de, buen día.- le sonreí para seguidamente dirigirme de nuevo a comisaría.

Con pisadas veloces llegué de nuevo al lugar teniendo allí a Conway asombrado por la manera en la que había salido corriendo.
Después de acabar mi jornada de trabajo de ese día, ya cuando el sol no se veía, decidí irme a casa.
Tome una ducha caliente para que ese peso que acarreaba en mis hombros cesara. Allí me puse a pensar en todo lo que habia pasado ese dia.
¿Quien le haría a Horacio vender droga?
No veo a Horacio haciendo tales cosas.
El no seria capaz.
¿Seria que necesita dinero?
Con tantos pensamientos no me di cuenta de que inmensos mensajes hacían que mi movil sonara. Llamada tras llamada. Pues debía ser algo importante.
Decidí salir ya, pues debía de llevar una media hora debajo del agua puesto que mi piel lucia roja por la intensa temperatura del agua y una gran cantidad de vapor inundaba la sala.
Fui a ver que era eso que no cesaba de sonar y que tan importante era para que, Greco, como no, me estuviera llamando.
Con mi pelo chorreando por mi espalda, conteste a la llamada.

TENÍAS QUE SER TU [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora