Capitulo 12 [Te veo]

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La noche continuó mientras el calor que radiaba el abrazo con el que se unían mientras dormían plácidamente. Horacio empezo a moverse soltando la cintura del ruso, rompiendo la union. El mismo enpezo a moverse de un lado a otro en la cama mientras el sudor inundaba su cuerpo y las sabanas en las que se encontraba. H soltaba quejitos continuos y lagrimas salian por sus ojos cerrados. Volkov se percato y comenzo a despertase debido a su fino sueño.

— No... ¡NO PARA!- grito el pequeño. Con tal acción hizo despertar al de su lado, el cual se sobresalto y se incorporó al instante.

Colocó las manos en la cara de Horacio para calmarle.

— Ei. Tranquilo. Horacio estas soñando, no es real.

El de pelo gris movió a H para despertarle, lo que con algo de tiempo consiguió. Horacio saltó levemente en el sitio y buscó con la mirada los ojos del ruso. Este se acercó a el y junto los labios de ambos.

— Tranquilo, era una pesadilla Horacio.- Comentaba mientras le acariciaba la cara.

— Llevo teniendo pesadillas un tiempo. Siempre es la misma. Se repite una y otra vez. Es un completo bucle.

— ¿Y que es?.— Interroga mientras acaricia la mejilla del sujeto apoyado en el.

— Todos están muertos. Los cuerpos tirados en el suelo, esparcidos en el lugar, ocurre una masacre...— Su respiración comienza acerarse y algunas lagrimas corren por sus mejillas bastante rápido.— Te tenían retenido, no puedo salvarte... Pogo te dispara frente a mi.

— Tranquilo...— Dice aun acariciando su mejilla con ternura mirándole y secando las lagrimas que pasan.

El pequeño no dice nada ante eso y se empieza a calmar ante los cariños del otro en su cara.

Al día siguiente el ruso se dispuso s levantarse para dirigirse al trabajo, su jornada tendría que empezar un poco mas tarde ya que el mismo, se estaba yendo a por el regalo de Horacio que había visto el otro día mientras iba a trabajar en un escaparate. Al salir de la tienda, en la bolsa de su mano se encontraba un precioso top flojo por debajo del pecho con una mariposa en el centro y un color azul pastel en su tela. Después de ese suceso el chico fue a patrullar como hacia siempre después del papeleo.

*Mientras en el helicóptero*

Empezó a sonar una canción de amor, Pogo al lado del piloto, Xiaomi. Pogo gira la cabeza levemente para verle y dice mientras ríe.

— Xiaomi esto es canción para declararse, ¿no querrás decirme nada?— Con pillería insinúa.

— No no, clalo que no.— Contesta este algo nervioso.

— Bueno vale.

El copiloto avista algo en tierra firme que le llama mucho la atención hasta tal punto de alertar a su compañero.

— Eh eh, ahi abajo, un poli.— Dice cogiendo los prismáticos.— ¡Baja baja!

El chico de acento chino desciende con el vehículo hasta acorralar al agente del patrulla en medio de la carretera poco transitada. Pogo va hacia el ya fuera del helicóptero y va hacia el patrulla apuntando con un arma larga. El ruso dentro del vehículo levanta las manos y sale del vehículo con cuidado. El que apunta se acerca del todo y se agarra bruscamente.

— Pero que tenemos aquí. Arrea, que no tenemos todo el día.

Todos en la nave de la gran mafia de la ciudad, con el comisario de rodillas y las manos en la cabeza, apuntándole algunos con carabinas y otros paseando. Pogo saca su movil y le hace una foto al sujeto, que estaría en perfecto estado, aun.

TENÍAS QUE SER TU [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora