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Casi llega tarde, casi no lo dejan ingresar a la escuela. Casi empieza mal el día escolar.
¿Por qué?
Porque había perdido el primer bus ¿Por qué?
Porque estuvo ayudando a una abuelita a cruzar la calle.

El tener un punto menos en conducta no impidió que su buen humor cambiara. Llevaba muy bien planchada su camisa, su pantalón igual estaba impecable, sus zapatos bien lustrados y el cabello bien peinado. Su mochila no pesaba mucho pues no llevaba muchos cuadernos. El coordinador había avisado que ese día saldrían más temprano de lo usual debido a la ceremonia en el auditorio de la escuela y no quería ver a sus queridos estudiantes corriendo de un lado a otro haciendo ruidos extraños que malograran la actividad que con tanto esmero habían preparado.

Su salón era un caos total, papeles volando de un extremo a otro, algunos desubicados dibujando penes en la pizarra, otros que rayaban cosas en las paredes y uno que otro sumergido en algún libro, comic o sus celulares jugando.
Rio ante la escena, su salón era único. Muy distinto a su salón en su anterior colegio. Debido a la presencia de señoritas, debían moderarse mucho en lo que decían y como actuaban, no era tan desastroso como su actual salón. Aún así, cada uno mantenía su calidez.

Una vez en su sitio, Mark revisó su aspecto en el reflejo de su celular, hasta ahora todo en su lugar.

—Vas muy guapo hoy —Bambam se aproximó a Mark para saludarlo y sentarse frente a él mientras acomodaba su mochila en el respaldar de su silla. 

—La presentación lo es todo —hizo un gesto dándose aires de grandeza para luego reír junto a su amigo—. Bromita, la profesora nos amenazó con colgarnos si no veníamos presentables. 

—Pues vaya que te esmeraste —comentó Yugyeom uniéndose a la conversación, chocando puños con Mark y Bam.

Continuaron hablando y molestándose entre sí, a ellos se unieron Youngjae y Jaebeom. Mark no había notado, hasta la fecha, que la mayor parte del tiempo se la pasaba junto a ellos, Jinyoung y Jackson. Era como si estuviera dentro de un grupo de amigos. Se sentía como dentro de una familia, un tanto extraña, pero muy buena. Sentía que encajaba con ellos.

Para la primera hora de descanso, avisó que tendría ya que retirarse para ir con su grupo. 
Junto con Bambam y Jinyoung fueron al baño para terminar de arreglar a Mark. 

—Estás más atento que mi madre —comentó Mark a modo de broma, haciendo que Bam y Jinyoung rieran.

—Para eso estoy... yo creo que estás listo —Jin acomodó el cabello de Mark mientras Bam trataba de quitar unas cuantas pelusas que se habían pegado a su camisa. 

—Muchas gracias, chicos —Mark sonrió y abrazó a sus amigos. 

—Llevaremos a los chicos para animarte cuando empieces y termines —Bam palmeó la espalda de Mark y salieron del baño. 
Sus amigos eran realmente ruidosos cuando se lo proponían, incluso cuando no querían serlo. Se encontraba más emocionado que minutos atrás. 

Al regresar al salón pudo notar a Jackson con el ánimo hasta los suelos, rodó los ojos al ver que había acertado. No pensaba hablarle, intuía que tal vez lo ignoraría o alejaría, se sentiría peor que nunca y cometería algún error en su presentación. 
Sí, era la mejor opción. 

...

Cuatro y cuarenta de la tarde, la escuela ya estaba casi vacía. Sus amigos, tal como Bam dijo, estaban en el auditorio tratando de comportarse  para evitar algún regaño por parte de los profesores encargados. 
Su grupo estaba en la parte trasera del escenario dando una última leída al poema, corrigiendo algunos errores pequeños y jugando con los guantes blancos que habían acordado llevar. 

Letters ~Markson~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora