Leucemia | KTH + JJK ✓

III

Capítulo tres

—Debes descansar, amor —repitió Namjoon a su hijo menor por cuarta vez en la noche.

Y la único que logró fue una mueca de disgusto por parte de Jungkook.

—Pa, descansé cuatro horas en el hospital, ¿cuánto más? —se defendió —En serio, sólo quiero salir a tomar aire —dijo con un puchero. La debilidad de su papá.

La situación era la siguiente; Seokjin estaba a punto de salir a comprar la despensa, casualidades de la vida que, justo en frente al supermercado, había un parque, al cual Jungkook pedía ir, porque estaba harto del encierro en su casa.

Se lo "impedían" ya que en la mañana sufrió en desmayo, no reaccionó por cinco minutos entonces fué llevado al hospital, en donde estuvo cuatro horas postrado en una camilla, en observación por cualquier otra reacción que su cuerpo presentara.

Sus desmayos nunca lo dejaban del todo bien.

Un fuerte dolor de cabeza seguía después, y si empeoraba, la maldita fiebre que odiaba tanto, ya que lo dejaba postrado por días, sacándole ganas y fuerzas. Por suerte, esta vez no fue el caso, por lo tanto, se sentía bien. No tanto, pero sí como para ir al parque.

Namjoon cerró los ojos, bajando la cabeza y comenzando a negar. Cuando su hijo pequeño se aprovechaba de sus debilidades, era imposible decirle que no. Le asustaba que Jungkook tomara tan a la ligera su condición, que mintiera con sus "estoy bien" cuando todos sabían que no era así, que le diera lo mismo sus malestares o quisiera esforzarse de más, cuando claramente no podía. Namjoon amaba con toda su vida a Jungkook, y lo único que quería era cuidarlo y que estuviera bien.

Cuidó, cuida y cuidará de su hijo siempre.

—Hace mucho que Gureum no respira otro aire que no sea el de casa o el vecindario, puedo aprovechar y llevármelo —siguió poniendo razones para ir al bendito parque.

Miró con sus ojitos tristes a su papá Namjoon, pero este no hizo o dijo algo, entonces, su vista fué hasta su papá Seokjin, buscando ayuda, quien le negó inmeditamente, sonriendole con burla detrás de Namjoon.
Él lo amaba pero no iba a meterse entre las discusiones de él y su esposo. Aunque de todos modos, sabía que no era necesario meterse.

Seokjin conocía a su hijo, y sabía que lograría su cometido.

—Me siento bien, te lo prometo —habló el menor, con su vista hacia Nam —Iré y me sentaré en un banco mientras Gureum juega.

Namjoon se rió un poquito al escucharlo; eso no había sido una pregunta, más bien le aseguró que iría. Negó con su cabeza, sonriendo mientras miraba a su hijo, quien ahora le sonreía también.

—Cuidate, por favor mocoso —le pidió, ya sin ganas de discutirlo nada, suspirando.

E inmediatamente tenía a Jungkook abrazandolo, repitiendole que se cuidaría, que no se preocupara y que se sentía bien, agradeciéndole. Se separaron y Nam dejó un beso en la frente del pequeño, su pequeño, quien le dijo un tierno "te amo".

Y así salió de la casa, tomando a Gureum en un brazos y poniéndose la infaltable capucha del buzo blanco que llevaba puesto, mientras Jin se despedía de su lindo esposo y luego tomaba las llaves del coche, listos para irse.