XV

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Capítulo quínce:

Una vez más, le tocaba pisar el lugar blanco, frío, ese lugar que odiaba con todas sus fuerzas, lugar en donde se sufre, el reino del dolor, como lo definía Jungkook.

Una vez más se encontraba postrado en una camilla, en su control de todos los meses, sabiendo que volvería a casa con unos resultados no tan buenos, como ya era una completa costumbre. Iba de mal en peor y él lo sabía, sabía que su situación empeoraba todos los días, porque fue él mismo quien pidió desde el día uno que no se le ocultara nada, y así eran las cosas. El doctor hablaba con Namjoon enfrente de Jungkook, para que este último también pudiera escuchar y se quedara tranquilo.

Pero no tan tranquilo.

Porque, el estar debatiendo el día exacto de tu muerte, no era para nada divertido.

Sólo pedía que el tiempo pasara rápido ya que Taehyung iría a almorzar a su casa. Quería terminar de una vez para ir con su Hyung lo más pronto posible, realmente odiaba los hospitales y no quería estar ni un minuto más ahí. Pero lo hacía, de todos modos.

El doctor había comenzado con el procedimiento de hace ya diez minutos. Sentía que hablaba, que le explicaba cosas, pero Jungkook no le prestaba atención. Este tipo de situaciones siempre lo ponían mal, y él trataba de estar bien, le ponía ganas, le ponía fuerzas para que no tuviera que venir al hospital, pero él no controlaba sus recaídas y no podía oponerse a sus controles ya que eran necesarios.

Sin embargo, Jungkook odiaba con toda su alma esta situación.

-Bien, Jungkook... -decía el médico mientras hacía su trabajo -En este punto puedo volver a re insertar el catéter, si deseas comenzar de nuevo con el tratamiento. ¿Cambias de opinión o...?

-No cambiaré de opinión -se apresuró a responder Jeon, serio.

Quedaron unos minutos en silencio, ya ni siquiera sorprendidos por la respuesta del paciente.

-¿Señor? -el médico se giró hacia Namjoon, pidiendo opinión.

-No cambiará de opinión -le aseguró también el mayor, conociendo perfectamente a su hijo.

El médico sólo asintió, en silencio, y procedió a finalizar.

El pequeño pudo notar el tono de su papá al responder, sabía que estaba mal, que se sentía triste porque siempre que sucedían estas cosas Namjoon reaccionaba así. De algún modo Jungkook se sentía culpable. Lo último que quería era hacerles mal a sus papás, a las personas que dieron todo por él, aunque pensar eso era un tanto absurdo, ya que con la decisión de prácticamente morirse lo más pronto posible, los destruía de alguna manera.

Esos pensamientos atormentaban al pequeño cada día de su vida.

-¿Sabe que debe vigilar? -el médico habló, dirigiéndose a Namjoon luego de que terminó con Jungkook.

-Sí; si hay fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, sangrado, debilidad...

-Perfecto, señor Jeon -el profesional asintió, teniendo todo listo para marcharse -Te veo el mes que viene, Jungkook.

-Nos vemos. Gracias. -respondió el pequeño, ya sin ánimos de nada. Su médico salió de la habitación, era hora de irse a casa por fin.

-Bien, amor. Hora de irnos -dijo Namjoon, acercándose para ayudarlo.

Pero Jungkook decidió decirlo ahí mismo. Sin perder más tiempo o la culpa lo consumiría el resto del día. Primero se levantó de la camilla con ayuda de su papá, quejándose un poco por el dolor horrible de cuerpo que tenía, pero quizo ignorar eso.

Leucemia | KTH + JJK ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora