Jungkook padece Leucemia y decide no seguir con su tratamiento basado en las quimioterapias. Es consciente de que no le queda mucho por vivir, y es por eso que decide pasar sus últimos días con las personas que más ama; en especial, Taehyung.
𝗙𝗮𝗻...
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En la madrugada del lunes veintiuno de junio, en una noche prodigiosa, murió Jungkook.
Eran las cinco de la madrugada. Su vida se detuvo sin lucha, ansiedad ni dolor, en su tránsito sólo hubo paz y el amor absoluto de quienes lo acompañaban. Murió sobre el regazo de su papá Jin, en los brazos de la persona más amaba y amó en el mundo, rodeado de sus familiares y con mucho amor en su partida.
Murió con la misma gracia perfecta que hubo en todos los gestos de su existencia.
La muerte vino con paso leve. Los sentidos de Jungkook fueron clausurándose uno a uno en las semanas anteriores, ya casi no oía, estaba casi siempre con los ojos cerrados, no reaccionaba cuando lo tocaban o llamaban. Se fue alejando inexorablemente.
Separarse de Jungkook era un tormento insufrible, pero peor les resultaba verlo agonizar despacio durante los años que transitó su cáncer.
Luego de que el doctor diera la noticia que, por una parte ya era bastante obvia, comenzó la despedida dolorosa. Esa que todos quisieron evitar por mucho tiempo. Algunos simplemente no lo hicieron en el momento, solo de dedicaron a abrazar el cuerpo de Jungkook mientras lloraban, y pedían a gritos que despertara, sabiendo de sobra que eso no funcionaria para nada.
Yoongi no tuvo fuerzas para nada, solo cayó rendido al suelo, desplomado mientras soltaba lágrimas y sentía como su garganta apretaba cada vez más fuerte, asimilando la idea de que sí; su hermano no pudo soportar más y sólo se marchó. No lo aceptaba para nada, por supuesto que no. Acababa de perder a su hermanito, a su niño, a la persona con la que convivió los peores años de su vida, perdió a la única persona que estuvo con él cuando fueron dejados en el orfanato, perdió a la persona que más amaba en el mundo, a su hermanito, a su todo.
Y le era imposible pensar en la idea de que podría seguir de ahora en adelante.
En medio de eso sintió como Jimin se acercó a él para consolarlo y darle su apoyo, aunque este también no podía dejar de llorar, porque se le había difícil creer lo que acababa de ocurrir.
También estuvo en la despidida la señora Lee, esa persona que más los ayudó el tiempo que estuvieron en el orfanato, esa persona que ellos querían demasiado y que le tenían un cariño especial. Se enteró de la noticia gracias a Namjoon, quien no dudó ni un segundo en hacerle saber, ya que este sabía lo cercana que era la mujer a su hijo.
—Llévate mis pecados contigo y trata de que allá arriba me los perdonen. —le había dicho con una sonrisa, besandole la frente.
