XXV

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Capitulo veinticinco: 

Un nuevo día comenzaba, un nuevo día en el que Jungkook debía juntar fuerzas para levantarse y continuar. Porque  no le quedaba otra opción más que hecharle ganas. Le costaba, todos los días les costaba, pero aún quería seguir aquí y para que eso sucediera solo dependía de él.

En las mañanas siempre le costaba más, ya había desayunado y ahora se encontraba en su habitación, buscando y pensando que hacer durante el día.

Muchas veces de ponía a pensar, y quizás, si no hubiera tomado la decisión de dejar la universidad, su vida estaría siendo diferente en estos momentos. Seguramente iba a estar repleto de actividades y finales por preparar, quizás de esa manera no se hubiera sentido tan solo. Quizás.

Pero de todos modos no se arrepentía para nada. Cuando supo de su cáncer, el mundo se le vino abajo y con él toda su vida, su entorno, sus actividades del día a día y miles de cosas más. Ya estaba acostumbrado pero cuando recordaba todas esas cosas, se ponía triste porque era inevitable. Demasiado inevitable. No se olvidaría de su vida normal de un día para el otro y lo sabía.

Perdió muchas cosas por la decisión que tomó.

De algunas se arrepiente y de otras no. A estas alturas ya todo le daba lo mismo porque así lo sentía, su cuerpo prácticamente ya no podía más, el cansancio mental que tenía tampoco ayudaba y su día a día cada vez era peor que el anterior. ¿Acaso estaba llegando a su fin y todo esto era solo un aviso de eso?

Posiblemente, pensaba él.

Y se odiaba, se odiaba a sí mismo porque se maquinaba muchísimo la cabeza, y el resultado de eso era que terminaba con miedos, dolores de cabeza y ganas de llorar hasta cansarse. Entre esos el miedo era más grande. Miedo a que todo pasara de una vez, rápido y sin que le diera tiempo de prepararse, aunque también sabía, que su cáncer no conocía el tiempo.

Entonces el miedo crecía, crecía y crecía.

Gureum, quien estaba en sus piernas, hizo que dejara los pensamientos a un lado y se concentrara en él. Cosa que Jungkook hizo. Acarició con delicadeza la cabeza de su cachorro, mientras sonreía al ver lo mucho que Gureum lo disfrutaba, y su acurrucaba más y más para que siguiera. Amaba a su perrito con toda su vida, lo juraba. Siguió con las caricias en todo momento, porque sabía que el canino amaba que lo hiciera.

Estaban solos en la casa, ya que Namjoon y Seokjin se encontraban comprando la despensa para toda la semana siguiente, no se fueron hace poco tiempo entonces Jungkook sabía que tendría otro rato a solas en su casa.

Y eso lo hacía sentir triste.

No era tonto y su cabeza menos. Sabía que esa tristeza no era solo por estar en una gran casa a solas, sino porque extrañaba a su novio en demasía. No conversaba con Taehyung desde ayer en la tarde, el mayor tenía muchas cosas para hacer con sus papás y la mayoría lo hacían por la noche, entonces el rizado no tenía tiempo para hablarle, o eso llegaba a entender Jungkook.

Pero el pequeño no se quejaba.

Entendía que su novio perdió mucho tiempo con sus papás, y ahora que estaban juntos era obvio que quisieran disfrutar lo máximo antes de que Taehyung volviera. Lo entendía perfectamente y además no podía meterse, o así lo pensaba Jungkook. Prefería esperar a que el mayor le hablara, porque si lo hacía él sentía que molestaba. Como ayer, cuando Tae no le respondió ningún mensaje que le mandó.

Pero todo estaba bien.

Jungkook quería creer que todo estaba bien.

Todo estaba bien.

Leucemia | KTH + JJK ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora