Decir que estar en ese lugar le era difícil, sería poco. Estar ahí solo le hacía sentir más miserable de lo que ya era.
El tiempo transcurría terriblemente lento. Los sonido del mundo desaparecieron, los colores se opacaron y la vida entera perdió su rumbo.
Era como si en un abrir y cerrar de ojos todo fuera oscuro, como si el sol desapareciera tan repentinamente que la luna se deprimiera tanto, hasta el punto en que dejara de existir.
Como si estuviera callendo a un abismo que no tocaba fondo, un agujero infernal que no parecía tener un fin.
Wei WuXian no llevaba ni dos minutos en el Hall ancestral y ya sentía que su garganta comenzaba a cerrarse, sus oídos zumbaban y su lengua se volvía insípida, al igual que su vida.
Cada segundo se sentía como un siglo, era una total tortura. De pronto su visión comenzó a nublarse y un líquido tibio empezó a recorrer sus mejillas llegando hasta su mentón.
Inconscientemente tocó su rostro descubriendo así, que aquel molesto líquido se trataba de una lágrima, una de tantas que ya había derramado.
Inmediatamente lo supo, su corazón sufría y eso provoco que se ahogara en un llanto silencioso.
¿Por qué?
¿Por qué la pesadilla no terminaba?
¿Que había hecho mal él?
¿Por qué la vida lo castigaba de esa manera?
La única razón por la que él se encontraba en ese lugar era porque Madame Yu insistió.
¿Qué ganaría con eso?
¿Se sentiría mejor?
¿Cómo era posible que estar frente a una placa grabada con el nombre de su difunta hija lo haría sentir mejor?
Un fuerte dolor lo golpeó en el abdomen. Ardía terriblemente, no, esto no ardía, quemaba. Era como si alguien enterrará una espada caliente en su abdomen y la utilizará para abrirlo.
Lo más raro es que está sensación era tan conocida, como si ya lo hubiera vivido antes.
Colocó sus manos sobre su abdomen tratando de averiguar qué era lo que sucedía. Una ola de recuerdos abrumaron su mente. El llanto de un bebé retumbaba en sus oídos.
Tenía tantas ganas de gritar, pedir a alguien que le ayudará a salir de ahí. La imagen de una sola persona cruzó por sus pensamientos.
— Jian Cheng... — sus palabras escaparon con un leve susurro.
De un momento a otro lo comprendió ¿Así que de esto se trataba?
Toda esa tortura no era nada más y nada menos que lo que su alma y espíritu reprimían. El dolor de haber perdido a su pequeña lo tenía atado a un sin fin de crueles memorias.
Volvió su mirada a esa placa "Jiang TaiXia" santo cielo, que doloroso era. Pero a decir verdad también era algo ¿Tranquilizante?
— A-Xia... — dijo en forma de susurro.
— A-Xia... — está vez la voy del Omega fue un poco más fuerte.
Después de haber enmudecido repentinamente por fin había podido decir algo. El nombre de su pequeña hija era tan lindo como doloroso. Se atrevía a decir que incluso sentía que tenía una estaca en el pecho.
Inhaló un poco de aire hasta llenar por completo sus pulmones para después exhalar al mismo tiempo en que decía — A-Xia perdóname.
Al terminar de decir esas dos palabras sus ojos se abrieron a la par sin poder ocultar la sorpresa que invadía todo su ser.
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Difícil Elección [Hiatus]
FanfictionLan WangJi y Wei WuXian se encuentran por primera vez es una cacería nocturna. Lan WangJi se percata de que quién está frente a él parece ser su destinado. Sin embargo al acercarse con la intención de brindarle ayuda para exterminar unos cuantos c...