Difícil Elección [Hiatus]

Por la eternidad

Wei WuXian estaba vestido de rojo, la tela era suave y se amoldaba demasiado bien a su cuerpo. La tela era brillante, sobre el Kua¹ se podía observar el dragón y el fénix, bordados de color dorado al igual que la peonia y la granada. Dió un par de vueltas para observar como brillaba todo. El Qun² revoloteaba con cada vuelta que daba haciéndole muy feliz. Antes de salir se puso el velo y la corona para dar comienzo a la hermosa ceremonia. Deslizó la puerta de la habitación donde estaba para salir pero en ese momento despertó.

Parpadeo un par de veces y noto que aún seguía siendo de noche, seguramente eran como las cinco de la mañana. Esta vez no estaba solo, tenía en su cintura un par de brazos que lo sujetaban con una fuerza. Una sonrisa apareció en su rostro pues era Jiang Cheng quien lo sostenía de esa manera, se dió vuelta para mirar la cara del Alfa. Recosto su cabeza en el pecho de Jiang Cheng y olfateo el aroma que emanaba de él.

Wei Ying se estaba moviendo demasiado así que fue fácil para Jiang Cheng despertarse, miro hacia bajo y vio la tierna escena. Soltó el agarre que tenía en la cintura del Omega y dirigió una mano a la cara de Wei Ying para que esté se diera cuenta de que ya estaba despierto y lo mirase. Cuando Wei Ying levanto la mirada sin darse cuenta sintió una sensación cálida en sus labios. Fue un beso muy tierno y dulce. Al separarse, Jiang Cheng le dió otro abrazo a Wei Ying y se giró para que éste estuviera arriba de él—te mueves demasiado...—tenía una voz somnolienta—pareces demasiado feliz, ¿Paso algo?

Wei Ying daba pequeños toques con un dedo a los labios de Jiang Cheng—Mnn, soñé con nuestra boda, bueno no realmente...soñé que estaba vestido con el traje nupcial, ¡Era tan hermoso! Pero cuando salía a buscarte tristemente desperté—hizo un pequeño puchero cuando terminó de hablar, eso le dió mucha ternura al mayor—no hagas berrinche, en unos años más tu sueño se hará realidad—respondió y le dió un toque a la nariz del menor.

El rostro de Wei Ying se sonrojo y lo ocultó en el pecho del Alfa, momentos después miro hacia un lado para no cruzar miradas de lo apenado que estaba—pero Cheng, aún faltan 5 años para que podamos contraer matrimonio...¡Es demasiado! No puedo esperar ¿Y si en 5 años te enamoras de alguien más? Yo...yo no podría con eso—al imaginar eso Wei Ying tomó la ropa de Jiang Cheng, sin darse cuenta, apretándola con los puños.

—A-Ying... mírame—Wei Ying no lo miraba, así que Jiang Cheng invirtió posición quedando encima de Wei Ying, le dió una leve caricia en su rostro y con dulzura lo tomó de la barbilla obligándolo a mirarlo—Soy tu Alfa y tú mi Omega, eso nunca cambiará y...yo...—se podía observar un leve sonrojo en la cara del mayor—voy... A amarte por la eternidad...—desvió la mirada para no encontrarse con la reacción de Wei Ying, pero este comenzó a sollozar—Cheng, ¿De verdad? Yo...yo también te amaré por toda la eternidad...

Solo ellos dos serían testigos de aquella promesa que se hicieron cuando apenas tenían 15 y 16 años...

||La noche del castigo en la habitación de Jiang Fengmian y Madame Yu||

—¿Puedo saber por qué decidiste actuar de esa manera?—Jiang Fengmian trataba de razonar con Yu ZiYuan que solo lo estaba ignorando.

—¿Acaso no notaste que esos dos estaban mintiendo?—recriminó Yu ZiYuan

—precisamente por eso se lo pregunto, mi señora. Aunque fuera mentira creo que te excediste con el castigo, A-Ying solo trato de proteger a A-Cheng—Al escuchar esto Madame Yu gruño—¡Wei Ying está dispuesto a recibir cualquier castigo por Jiang Cheng!—su molestia era tanto que terminó alzando la voz.

Jiang Fengmian entendió a dónde quería llegar Madame Yu—Bien, quisiste poner a prueba los sentimientos de nuestro hijo para saber hasta dónde él estaba dispuesto a llegar por A-Ying pero pudiste hacerlo de otra manera...—no pudo terminar de hablar porque fue interrumpido por su esposa—¿Crees que Jiang Cheng habría reaccionado de la misma manera en alguna otra situación? Ver sufrir a su Omega era la única forma de hacer que recapacitara—lo que decía tenía sentido pero a Jiang Fengmian le dolía ver el dolor de sus cachorros.