Capitulo Once:
Sawyer:
Me levante, observando su cabello enmarañado, su sonrisa que vaya a saber por que era, tal vez soñaba algo lindo, lo nuestro parecía un sueño ¿Era un sueño o un capricho? Era un sueño, tal vez no dure toda la vida, por que nada es para siempre, pero con ella no la quiero cagar, podría pasar el resto de mis vidas observandola, y planeo hacerlo hasta que dios o el diablo me lleve, o mis padres me den un gran sopeton por no-salir con mi niñera.
Baje por las escaleras sigilosamente para no despertar a la hermosa mujer que había en mi cama, y me sentía orgulloso de decír que solo había dormido con ella, es mas... Me ponía de buen humor.
Le prepare tostadas con cafe y una manzana, se que no es de comer mucho y que todo lo que haga no lo comeria, prefiero que coma sano a que no coma nada. Cuando miro la hora eran las diez de la mañana.
Cuando subí a mi habitación sin importarme el ruido que hiciera, la quería despierta, para molestarla, hacerle cosquillas y pasarme un lindo día con ella, pero ello ni se inmuto de los golpes de mis pies. Deje la bandeja a un lado y la moví levemente.
-Arriba, bella durmiente.- Digo con una sonrisa, pero me ignoro y se dio vuelta.- Gi.
-Quiero dormir.- Dijo bufando.
-Desayuna y te dejare dormir todo lo que quieras.- Bufo y se sentó en la cama.- Buenos días.- Dije con una sonrisa y me acerque a sus labios para mi beso de buenos días.
-¿Te digo algo?.- Asentí.- No me levanto de buen humor.
-Un besito.- Me di un escazo beso pero no me conforme.- Un beso, un poquito mas largo.- Me quizo dar un corto beso pero pude morderle levemente el labio para que no se vaya, y asi fue como un escazo beso se convirtio en uno largo y cariñoso.- Siempre consigo lo que quiero.
-Que modesto.- Le mostré la bandeja.- No tengo hambre, pero desayuna.- Dijo con una sonrisa que devolvi sarcasticamente.
-Come, o no te dejo dormir en todo el día.- Runfuñando tomó la bandeja.
La obsersaba comer, tan delicada como siempre, y no por ser fina, si no por que comia de a poco. Se que parezco muy protector, pero en verdad no quiero que tenga problemas con la comida, ella es hermosa, flaca, rellenita y hasta obesa y sudada la vería como la mujer mas hermosa de todas.
Me entrego la bandeja pero aún le faltaba la manzana, la mire desafiante y comió su manzana, se que parecía que la quería gobernar o algo asi pero no, quería que entendiera cuanto la quería y que entendiera que tiene que quererse a ella misma, no puede pesar cuarenta y ocho kilos, debo pesar como setenta y ella me viene con eso, NEH, no perdere a otra persona por anorexia, no señor.
Baje la bandeja y volví a subír, ya se encontraba durmiendo de vuelta, yo acostumbro a dormir mucho, pero ella ni se cansa, creo que desayuno dormida, ni siquiera se percato de que no tenía remera, lo cual me soprende, por que muchas veces se sonroja al verme. Escuche mi celular sonar y era Lena.
-Holaaaa.- Dije alargando la A.- ¿Como estan?
-Hola, chico feliz.- Dijo divertida.- Nosotros bien, pero tu abuelo no.
-No me importa y lo sabes ¿Paso algo?.- Entre mi no-abuelo y yo no había relación, no desde hace mucho, luego contare.
-No en realidad era decirte eso, que no sabemos cuanto tiempo sobreviva, lo mejor va a ser que cuando se vaya vengas a estar con tu padre.
-Bien.- Bufe.- ¿Sabe que te quiero como una madre?
-Y yo a ti como un hijo, cariño.- Mi relación con Lena siempre fue muy buena, me trajo a las dos personas mas maravillosas, mis hermanas, y ahora me trajo al angel de mi lado.
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Niñera de mi vecino.
RomanceMe mudé con mi hermano para dejar mi pasado atrás, un nuevo comienzo, quería que mi vida mejorará, pero no sabía si iba a mejorar o a empeorar cuando acepte cuidar a mis vecinas... Y a su hermano.