Capitulo siete [editado]

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—Me llevaré a Amber conmigo unos días, mi padre la extraña mucho. — Hace tres días que estaba en el hospital y no había preguntado ni una vez por la niña.

—Lo siento, Nick, se que no estuve bien pero no puedo irme de aquí. — Admitía mi culpa, ¿pero como irme de aquí? No me perdonaría si algo le pasará a Ethan mientras yo no estaba.

—No te preocupes, Gina. — Sonrió tratando de tranquilizarme. — Le he contado a mi padre lo que pasó con mi hermano, te pide disculpas.

—No debiste haberle dicho, seguramente lo ha llamado a Sawyer dándole un sermón.

—Bien merecido lo tiene. — Probablemente si, pero Sawyer ya se había disculpado conmigo y no quería tenerlo en mi contra porque su padre se haya enterado. — A lo que voy es que, aunque me lleve a Amber, mi padre quiere que sigas vigilando a Sawyer de alguna manera.

—Si, iré a cocinarle y ver que no salga. — ¿Era una broma verdad? El chico tenía veintidós años y su padre me pedía que yo lo cuidara cuando creo que soy completamente más inestable que él, era una broma de mal gusto.

Me despedí de Nick y de Amber en la sala de espera del hospital, la pequeña estaba feliz por irse a ver a su papá, el señor Hamilton me llamó diciendo que pensó que aguantaría sin ver a su hija pero no lo había logrado; tal vez no esté bien que diga esto pero que Amber se fuera me sacaba un gran peso de encima, podía estar tranquila aquí con mi hermano sin preocuparme tanto.

Sawyer:

Entre a la habitación a ver a Ethan pero mis ojos volaron a aquella cabellera rubia que me había molestado en mi cabeza este último tiempo, hace rato no la veía dormir, y se veía tan tranquila que creo que sería la única vez que estaría frente a ella y no se podría incómoda con mi presencia; el día que la ví temblando sentada contra ese árbol me sentí vulnerable, me había traído todos los recuerdo de mi madre en ese estado, con un yo de unos diez años a su lado tratando de calmarla, pero sentí la misma tranquilidad que sentía con mi madre cuando escuchaba que su respiración se calmaba. No sabía que me pasaba con Gina, no me he comportado así con una mujer desde hacía mucho tiempo, pero estaba logrando confundirme y ni yo mismo me reconocía.

—Despierta, Gina. — Di pequeños toques en su hombro y se levantó asustado. — Mira a Ethan.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando ví que Ethan comenzaba a abrir los ojos, su cara de felicidad lo decía todo, había estado tres días esperando que él despertara y se notaba cuanto lo anhelaba. Ví como se lanzaba sobre el para abrazarlo, de pronto me puse a pensar en cómo se sentiría que alguien te abrazara con esa desesperación y cariño. Le sonreí a Ethan desde la puerta y salí de la habitación, sentía que era hora de dejar que tuvieran su tiempo.

—Ha despertado. — Le dije a Emma, Adam e Ian cuando los ví sentados afuera, mi prima se derrumbó sobre Adam llorando desconsoladamente, ella también lo quería y confiaba en que el a ella porque lo mataría si no fuera así.

—Ire a verlo. — Dijo levantándose y acomodando un poco su cabello.

La tomé por el brazo deteniendo su paso; — Emma, creo que debes dejarlo con su hermana un tiempo.

—Es mi novio, Sawyer.

—Y su hermana, cuando salga entras tú. — Me puse en el lugar de Gina, si ese fuera alguno de mis hermanos me quedaría a su lado todo el tiempo que yo querría y no dejaría que nadie entrará.

—Esa chica te tienes de las bolas. — Bromeó Adam.

Omiti en mi cabeza el absurdo comentario de Adam, no sabía si exactamente así se sentía que alguien te atraiga alguien, y no hablaba de su físico, había estado con diferentes mujeres en los últimos siete años y no creia que fuera incapaz de sentir algo por alguna mujer, no es como si fuera inmortal a los sentimientos, tampoco era un mujeriego como solían decirme, simplemente no había encontrado a una mujer que valiera tanto la pena como para hacerla formar parte de mi vida. Me veía un futuro, con una mujer y quien sabe, tal vez hijos también, no pretendía morir teniendo sexo en un sucio y oscuro callejón.

Niñera de mi vecino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora