Abrí mis ojos sintiendo como la luz de la calle reflejaba directamente en mis ojos, era de noche, pasada la medianoche para ser un poco más precisa, mire a Ian y seguía tan dormido como cuando nos acostamos. Baje a la cocina por un vaso de agua y me lleve la sorpresa de mi vida cuando encontré a Sawyer dormido en el sofá; no le preste atención, cuando volviera a subir le bajaría una manta, pero se veía tan incómodo que tal vez debería despertarlo. Tomé mi vaso de agua y decidí que no podía dejarlo dormir allí.
-Sawyer. - Dije sacudiendo su brazo lentamente.
-¿Todo esta bien? - Pregunto medio alterado.
-Si, todo bien. Ve a dormir arriba, te agarrara frío aquí.
-¿Contigo? - Ni pensarlo.
-Claro que no tonto, a la habitación de Ethan.
-Gracias, Ginebra. - Sonreí por lo idiota que había sonado ese chiste.
*****
Me levanté a la mañana siguiente para hacer el desayuno para los tres, los dos hombres seguían durmiendo pero no faltaba mucho para que los despertara, Adam me había pedido que llevara a Ian al kinder y no contaba con mía auto porque se lo había prestado a Emma así que Sawyer debería llevarme. Había hecho unas tortitas y tostadas para el desayuno, no me había esforzado tanto pero tampoco nos quedaba demasiado tiempo, ya debía ir a despertar a Ian y ponerle su uniforme.
Había dormido más de lo que imaginé que alguna vez podría dormir y sin embargo sentía que una bola demoledora había pasado por encima de mi una y otra vez, tal vez era porque las pesadillas se habían presentado otra vez y según mi terapeuta eso no dejaba que mi cuerpo descansará como debía. Cada mañana me preguntaba lo mismo, ¿algún día viviría tranquila?
—Gina. — Salte del susto haciendo que una tostada volará por el aire.
—Diablos, ¿podrías no ser tan silencioso?
—Creo que tú ibas distraída, estuve frente a ti. — Bien, yo no estaba con mi mente precisamente aquí, pero él no había hecho el más mínimo ruido.
—Como sea, hazme un favor, prepare café y algo para Ian, iré a despertarlo. — Dije limpiando me las manos con un trapo.
—A sus órdenes. — Hizo una seña militar y se levantó del taburete.
Despertar a Ian no era para nada fácil, ese niño contaba con una fuerza sobrehumana para ignorarme y seguir su sueño, además de que estuvo tratando de convencerme de faltar al kinder y que Adam se enterará, por un segundo me ví en la situación de aceptar su propuesta, pero no, Adam ya me lo había advertido.
—¿Por qué debo ponerme este estúpido uniforme?
—¡Ian! — Exclamé enojada. — No digas esa palabrota, ¿donde la has escuchado?
—Tio Sawyer la dice, tío Ethan también. — Si, ellos son estúpidos.
—Pues si te escucho repetirla no comeras dulces nunca más, además luces genial en ese uniforme, las niñas se enamorarán de ti. — Dije guiñándole el ojo.
Desayunamos escuchando las quejas de Ian acerca del horario en el que lo hacía levantarse y Sawyer siguiéndole, parecían padre e hijo y cada vez que abrían la boca me daban ganas de salir por la puerta y dejarlos solos, no los soportaba.
Me fui a cambiar dejándolos solos con la advertencia de que lavaran los trasto sucios, eso se ganaban por gritar tanto por la mañana. Decidí que era hora de volver a ser yo, no me agradaba vestir tan desalineada asi que hoy opte por unos zapatos con algo de taco, un pantalón color negro que hacía juego con mi saco; me arregle un poco el cabello y me maquille. Baje justo a tiempo, era hora de partir.
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Niñera de mi vecino.
RomanceMe mudé con mi hermano para dejar mi pasado atrás, un nuevo comienzo, quería que mi vida mejorará, pero no sabía si iba a mejorar o a empeorar cuando acepte cuidar a mis vecinas... Y a su hermano.