━━━ 𝐏𝐎𝐒𝐓 𝐇𝐔𝐌𝐀𝐍, 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐀𝐋 𝐇𝐎𝐑𝐑𝐎𝐑: 𝐕𝐎𝐋. 𝐈〔 BLEEDING OUT 〕
• • • Un legado, una expectativa y un secreto oscuro son las principales causas de que Izaro Xion pierda el rumbo de su camino, y Levi Ackerman es el principal espect...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PRÓLOGO ❛corriendo por mi cabeza ❜
Mitras. Muralla Sina. Año 827.
MUCHOS DICEN QUE LA INOCENCIA DE los niños era de las pocas cosas más encantadoras que todavía existían en el mundo dentro de las murallas. Los adultos adoran ver esas sonrisas llenas de vida, oírlos hablar con mucha seguridad sobre el futuro que las mismas criaturas se plantean en su imaginación o bien se las proponen para cuando llegaran a la adultez, admirar cómo realizan diferentes juegos con otros niños para matar el aburrimiento de ese día y notar la gran curiosidad que tienen por su mundo. Eso les resultaba adorable y una distracción a lo que ocurría en el exterior, hasta que un evento ocurría y la inocencia de aquel infante se esfumaba por completo.
—Izaro, cállate de una vez.
Los Xion tenían un pensamiento: toda emoción triste o una reacción que mostrara vulnerabilidad era una muestra de debilidad, los Xion no eran débiles.
Poco importaba si se trataba del funeral de dos de sus propios miembros, que murieron en la peor condición conocida dentro de las murallas, aquellas personas con ojos color escarlata tenían rotundamente prohibido llorar si no deseaban ser vistos como débiles, pero Izaro no podía y le desesperaba saber que no era capaz de detener su llanto desolador a ver cómo enterraban a sus progenitores.
—Te estás buscando que te haga pasar por una vergüenza si no dejas de llorar, estúpida. —amenazo Byrion, su abuelo, levantando levemente su mano dándole a entender que le daría una cachetada. Aquello la puso nerviosa y la pequeña niña de ocho años se aferró a uno de sus hermanos mayores mientras escondía su húmedo rostro en el vientre de este—. Que te calles.
—Padre, yo también quisiera que Izaro se callara, pero si haces una escena nos verán. —decía entre sonrisas Amelia, fingiendo limpiar sus ojos carmesí secos de lágrimas mientras veía como enterraban los ataúdes de su hermano y cuñada—. Deberías controlar tu carácter hacía la niña frente a los demás.