𝐈𝐕 ; the child with red eyes

1.6K 209 511
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO CUATRO· • ❝〔 la niña con ojos rojos 〕❞ • ·una decisión sin remordimientos ; parte IV

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


CAPÍTULO CUATRO
· • ❝〔 la niña con ojos rojos 〕❞ • ·
una decisión sin remordimientos ; parte IV

Ciudad Subterránea. Mitras. Muralla Sina. Año 828.

IZARO XION ODIABA CON TODO SU ser la Ciudad Subterránea desde que tenía memoria, el primer recuerdo que cuando visitó aquel lugar de mala reputación se encontraba completamente bloqueado de su cabeza y su familia se negaba a contárselo, aunque podía darse una idea de lo que pudo haber ocurrido tomando a consideración que su padre comenzó a cerrar con llave la habitación de la casa que utilizaba para dejarse llevar por las sustancias que compraba en ese sitio.

Ahora sus padres estaban muertos e Izaro vivía bajo el cuidado de sus cuatro hermanos mayores, aunque de vez en cuando pasaba los días en la casa de su tía Amelia, prefería estar con ella que con su tío Danilo o si abuelo Byrion. Eso no quitaba que Amelia era demasiado negligente y cuando Izaro estaba bajo su cuidado, seguía con su día a día sin ningún tipo de discreción frente a la niña.

Amelia consumía drogas desde su preadolescencia, casi que al mismo tiempo que su fallecido hermano Zachary; desde que su familia la descubrió, justificaba su vicio con que era un consumo responsable para controlar su ansiedad. Nadie de su familia le creía, tampoco hacían nada al respecto.

—Tía, vámonos, por favor.

Esa semana, Izaro quería quedarse en casa de su tía y la mujer mayor la recibió con los brazos abiertos; era mitad de semana y Amelia le pidió a su sobrina que la acompañara a la capital para un par de compras. La niña imaginó que era compras de joyas extravagantes y vestidos de ensueño, aquellos que la enamoraban por su belleza y deseaba usar una vez fuera mayor para cautivar a algún hombre de alta clase que quisiera tenerla como esposa, pero, para su desgracia, con compras se referencia a esas sustancias que consumía viciosamente.

Y con la capital, se refería realmente a la Ciudad Subterránea que estaba debajo de Mitras.

Ay, Izaro, tampoco exageres. —contestó Amelia cuando sintió la mano de su sobrina apretar con más fuerza contra la suya mientras seguían caminando con sigilo por los callejones del subterráneo—. Y espero que no me eches la culpa si te roban —señaló los pequeños accesorios que portaba la niña—, sabes que no puedes bajar aquí con joyas, tontita.

BLEEDING OUT ── levi ackermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora