Royal

Un nuevo comienzo

Una posada, una familia endeudada con el reino, el nuevo hogar de Jiang Cheng, el no echa a las personas como algunos creerían que haría, el solo pide trabajar como cualquier otro, atendiendo mesas, limpiando el lugar, cargando cosas, nadie sabia de su estatus real, o de su poder, entonces el se deja relajar.

No es fácil, porque nada nunca lo es, los dias empiezan demasiado temprano, las preocupaciones comunes lo inundan, Jiang Cheng después de 19 años, se siente vivo por primera vez, no siente felicidad, pero no siente dolor, y eso es suficiente; Ayuda a cargar la mercancia en la mañana, abriendo la cocina y acomodando las mesas y las sillas, una habitación con solo una cama y un pequeño mueble que solo visita en las noches, el es malo con los clientes y la gente solo quiere golpearlo, de hecho han perdido clientes por su culpa, el no sabe como tratar con la gente, nadie puede culparlo, solo lo dejan ser, encargandolo de otras cosas.

Jiang Cheng no se queja de que las únicas personas que le hablen sean los ancianos del pueblo, no le preocupa cuando muchas señoritas vinieron a ver el guapo joven pero se fueron después de cruzar unas pocas palabras con el, no había forma de que el fuera suave o pudiera cambiar la forma de ser, demasiado criticón, solo los viejos que iban a tomar el té en la tarde parecían encontrarlo un poco agradable, tal vez porque eran igual de amargados que el, tal vez porque solo vieron un joven, nadie le cuestiona sus decisiones ni parecen temer cuando le miran, eso para el es suficiente.

Lo peor de los dias de Jiang Cheng no son las pesadas bolsas y productos que tiene que llevar a la tienda, ni arreglar los cuartos, ni siquiera es tratar con clientes que se le da tan mal, lo peor de sus dias, es cuando llega la noche, nunca pudiendo descansar lo suficiente a pesar de lo agotado que pueda estar su cuerpo, siempre despertándose con miedo a ser golpeado dormido, con miedo a que le pateen para despertarlo, con miedo a que el agua inunde la habitación por estar dormido, con miedo a la soledad que siempre ha estado con el, debería de estar acostumbrado pero es imposible, a veces quisiera verse en aquellos cuadros familiares que ve en el pequeño pueblo, los niños que juegan, los padres con sus niños, los dulces romances, pero Jiang Cheng sabe, ni siquiera pueda soñar con lograr tales simples cosas, ni siquiera aquí, en ninguna parte.

Jiang Cheng pronto fue quitado de los temas de conversación, pronto fue solo normal tenerlo alli, solo otro empleado que no era muy sociable pero era que era bastante trabajador, era lo importante, las mujeres no parecían poner caras agradables cuando le veían y los hombres de su edad, parecían un poco temerosos debido a su temperamento, la soledad fue siempre mas común en el, se dice a si mismo que al menos esta la dueña de la posada y su marido, los cocineros que parecen al menos saludarlo y pedirle que mueva cosas, al menos tiene el mas básico trato con otros, el no quiere vivir en una caja cristal donde todo hacian por el pero nadie estaba para el.

Jiang Cheng solo suspira en sus dias, a aveces sorprendiéndose de los visitantes de otros lados que siempre parecen ocupados, el se aleja cuando escucha noticas del palacio, no quiere saber, no tiene nada que ver con el, no tuvo que ver con el sino hasta cuatro años después de que se fue, en medio de la noche, la figura siempre poderosa de su madre se tambaleaba mientras el recogía las mesas afuera.

— Madre — dice viendo el estado deplorable de la mujer, tres niños, uno en sus brazos, dos que sostenían sus ropas. — pasa — dice dándole paso a su habitaciones.

Los otros trabajadores, no preguntan solo le llevan comida entiendo las situaciones familiares que podrían suceder, eran curiosos pero siempre fueron respetuosos con Jiang Cheng tratando de nunca cruzar la linea con el.

— ¿Que sucedió? — dice dándole un vaso de agua

— El palacio fue atacado, hay infiltrados, — Yu Ziyuan tose la sangre se escurre de sus labios y el puede ver que hay mas heridas pero ella no parece querer preocuparse con eso, el la deja, ella tiene su forma de hacer las cosas — Jiang Cheng siempre he sido una mala madre para ti y para tu hermana pero — ella no dice nada y luego abraza a Jiang Cheng, el se tensa, es la primera vez que alguien le abraza, la fuerza es escasa como si no existiera, no hay realmente calidez, el cuerpo parece casi demasiado frío — Lamento haberte traído de esta forma al mundo madre lo siente — dice bajo en su oído — pero necesito que los cuides — dice señalando a los tres chicos que juegan con las pocas cosas de la habitación curiosos.