7.
“Más que besarlo, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, él me daba la mano y eso era amor.”
El salón finalmente había quedado vacío, mis amigos ya habían salido porque Kakuzu no les permitió ayudarme y mucho menos esperarme a que termine la estúpida limpieza, era algo injusto aunque desde siempre estuvo ésta regla.El hombre castaño se recargó sobre su pupitre mientras me miraba hacer el aseo, estaba realmente enojado, si esto era en verdad un castigo ¿Por qué no se los puso a los demás también?
Acomodaba en orden cada pupitre para que se hiciera más espacioso el salón y así barrer con más facilidad.
— ¿Estás molesto? — Preguntó el oji-verde riendo.
— No, estoy tan feliz de que me haya puesto éste castigo sólo a mí. — Respondí con ironía, mi cara lo decía todo, ¿Esperaba que estuviera feliz, o qué?
Kakuzu rió a carcajadas, y se acercó un poco más hacia donde estaba.
— Estabas charlando con otro profesor, eso suma un punto más al mal comportamiento.
— ¿Qué tiene de malo eso?
— Tener una relación más allá de la amistad con un profesor es un problema, y peor si el alumno es menor de edad. — Respondió seriamente a mi pregunta, y tomó asiento en una de las mesas de los pupitres que dejé cerca mío.
Lo miré confundido, no logré comprender a que se refería con eso.
Hubo un momento incómodamente silencioso entre ambos, pero nunca dejé de mirarlo a los ojos para procesar todo e intentar entender que era lo que quería saber.El moreno me miraba también fijamente pero después de unos segundos estaba nervioso y algo rojo de vergüenza por lo que había dicho.
— Tú... ¿Estás saliendo con Kisame, no? — Cuestionó nervioso el oji-verde, éso fue lo que había dado a entender hace unos segundos, pero esa pregunta era bastante personal y Kakuzu lo notó después de hacerla, no era realmente su asunto lo que pasara entre Kisame y yo.
Solté las escobas que llevaba en la mano de la impresión, ¿qué tipo de cosas le interesaban al profesor? Él ya estaba tan nervioso y tenso como yo.
— Es mi tío. — Contesté con enfado.
El rostro de Kakuzu estaba peor que antes, no sabía a donde mirar después de la incomodidad que ambos estábamos sintiendo.
— Bueno, yo... — Tartamudeo, el hombre lograba intimidar a toda la escuela incluyendo profesores y hasta el mismísimo director, y ahora yo lo estaba escuchando tartamudear... — Pero ustedes dos no se parecen en nada.
Levanté la escoba que hace un rato había dejado caer y comencé nuevamente con el aseo.
— No compartimos lazos sanguíneos. — Volví a responder con un poco de risa.
— ¿Entonces...? — Interrogó nuevamente el moreno, sin darme cuenta ya estaba teniendo una buena charla con él.
— No se necesita tener la misma sangre para considerar a alguien tu familia.
El castaño abrió los ojos sorprendido ante mi respuesta, no pude evitar sonreír al ver su rostro lleno de sorpresa y seguí con mi trabajo.
Esa era toda la verdad, mi única familia eran Kisame y mi papá, al igual que Konan y Deidara, son los únicos que han estado ahí para mí sin importar qué.
— Déjame ayudarte. — Mencionó el castaño.
— Eso sería como quitarme la sanción... — Replique, sí, admito que me porté mal y ahora que lo había aceptado simplemente cambió de opinión.
— Eso es precisamente lo que quiero. — Contestó Kakuzu, bueno, no era difícil decir que no después de todo me beneficiaría, pero era tan extraña su actitud conmigo.
La escuela estaba completamente vacía de estudiantes y algunos maestros, pues ya era algo tarde.
— Pe-pero usted... — mascullé con inseguridad.
— ¿Está bien? — Preguntó con amabilidad mientras sonreía y sostenía una escoba entre sus manos también, mierda, no pude evitar ponerme tan nervioso justo en ese instante. Recuerdo perfectamente la mezcla de emociones y sentimientos que estaban en mi interior cada que veía su sonrisa...
Me transmitía tantísimas cosas que simplemente no puedo explicar... Joder.
— Está bien. — Contesté sonriendo de vuelta.
Todo parecía ser lindo cuando estaba junto a él, me sentía feliz, seguro, amado...
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30 sitios para dar besos cálidos - [KakuHidan]
Fanfiction"Te encontraré en mi próxima vida y te amaré más de lo que lo hice en ésta." Todavía recuerdo tan bien cada pequeño detalle de tu cuerpo, la suavidad de tu piel y los latidos de tu corazón cuando me recostaba sobre tu pecho. Nunca dejaré de escuch...