“Sí, siempre vas a amarme, lo sé. Yo represento para ti todos los pecados que nunca has tenido el valor de cometer.”
— Oscar Wilde.
11.
— Te citaron a las 4 PM, no puedo creer que otra vez se te haya hecho tarde.
— Ya no me regañes, papá. No fui hecho para llegar puntual a ninguna parte. — alegué.
— Sí, claro, ya vete porque sino se te hará más tarde. — Contestó mi padre, agarré mi mochila y salí de mi casa.
— ¡Nos vemos al rato! — me despedí sonriendo, él respondió con otra sonrisa y corrí tan rápido como pude.
Realmente no esperaba puntualidad de parte del ojiverde, a veces pienso que es muy despistado y algo irresponsable, por eso no me preocupe en llegar tarde.
A penas eran las 4:25 PM, de cualquier manera ya tenía miles de excusas que inventar si llegara a llamarme la atención.
— Solo llego, hago el proyecto, me despido y regreso a mi casa, no es difícil. — me animé a mí mismo. — Solo quiero llegar a descansar un rato...
La tarde era realmente linda, los niños jugaban en el parque, algunas parejas se divertían, todo estará bien.
Ya era un hecho que iba a perder éste día, en realidad no me mantenía muy ocupado los sábados pero cualquier cosa era mejor que estar haciendo un estúpido proyecto.
Después de un par de minutos caminando había llegado finalmente a la preparatoria, vi el lujoso auto del profesor.
— ¿Cuánto tiempo llevaba esperándome? — me pregunté nervioso. — Mierda, espero que no esté furioso.
Me acerqué inseguro, las ventanas de su auto estaban abiertas por lo que pude verlo claramente.
Acerqué mi rostro hacia él, no me había dado cuenta que estaba dormido, aunque no parecía estarlo profundamente quizás solo dormitaba. Los lentes que cargaba puestos todo el tiempo estaban en su mano, su mentón estaba sobre su mano contraria que se recargaba en la ventanilla de su automóvil.
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30 sitios para dar besos cálidos - [KakuHidan]
Fanfiction"Te encontraré en mi próxima vida y te amaré más de lo que lo hice en ésta." Todavía recuerdo tan bien cada pequeño detalle de tu cuerpo, la suavidad de tu piel y los latidos de tu corazón cuando me recostaba sobre tu pecho. Nunca dejaré de escuch...