Sed De Sangre I

Capítulo 8 : Envuelta para regalo

" No cuesta mucho aferrarse, cuesta demasiado dejar ir."

J.C Wratts.

Jonathan.

La noche aún era muy joven cuando el agente Black y los demás miembros de su grupo llegaron al bar al que acostumbraban a ir , verlo llegar con ellos cambió un poquito mis planes ya que no me acercaría a la agente Rossi de manera directa , esperaría que ella viniera a mi , me había aprendido su rutina en estos días , bailaba un poco , bebía algo del bar, volvía a la pista de baile , luego iba al baño para más tarde salir al callejón de la parte trasera a fumarse un cigarro, cada detalle de cómo sería nuestro encuentro se había trazado en mi cabeza , antes me acercaría a ella , la invitaría a bailar y le pagaría algunos tragos , luego me marcharía y dejaría que siguiera con su rutina , hasta que al salir a fumar se encontrará con mi cara , la última que vería , ahora al estar aquí con Black la dejaría que siguiera su rutina como de costumbre, al final , la camioneta estaba esperando al final del callejón como había planeado .

El grupo se reunió cerca de la barra y comenzaron a tomar , entre trago y trago pude ver cómo Benjamin ponía su mano en el muslo de Rossi y fue suficiente para analizar su lenguaje corporal, estaban cómodos los dos juntos y de vez en cuando se lanzaban miradas algo subiditas de tono, en clara invitación a algo más , al poco rato se fueron a bailar y debo admitirlo verlos bailando juntos de manera provocadora me hizo tener una erección, ella  restregaba el culo por todo su miembro y él la tocaba de arriba a abajo , estoy más que seguro que esa noche habría algo entre esos dos , lástima que la mano del destino no quisiera que así fuera , o más bien mi mano .

El grupo siguió con su rutina y Rossi se separó de ellos para ir al baño y luego irse a fumar un cigarro, ninguno sabía que esta sería la última vez que la verían con vida y entera.

La chica era muy bonita , cuerpo menudo , cabello rubio natural  y de lejos se veía que no usaba maquijalle alguno y aún así su cara era perfecta , entró al baño y cuando ella lo hizo yo a su vez salí por la puerta de la entrada para que nadie me viera salir por la puerta de servicio, caminé hasta la esquina y entré en el callejón, ella aún no salía así que la esperé disimulando , como si yo también estuviese fumando.

Luego de un par de minutos salió y para mi gusto y placer lo hacía sola , mi plan después de todo se iba a llevará a cabo sin tropiezo alguno, comenzó a tratar de encender el cigarro pero su encendedor no funcionaba, ¿ podría yo tener más suerte ? pensé para mis adentros , me acerqué a ella y como todo un caballero le ofrecí fuego.

— Las chicas tan lindas como tú no deberían fumar, eso las consume - dije mientras le extendía el encendedor.

— Las chicas como yo no necesitamos que nos digan lo que podemos o no hacer , el machismo y el patriarcado no me afectan- soltó con esa lengua que por lo que acababa de escuchar podía llegar a ser muy venenosa .

— Machista es lo que menos soy , además si no hubiese querido que fumaras simplemente no te hubiera pasado el encendedor o más fácil aún te hubiese cosido la boca para que no fueras tan venenosa y aprendieras a respetar- solté y cuando levantó la vista por mis palabra una aguja con un sedante que hacía efecto en cuestión de segundos fue encajada en su cuello.

— Eres tú- dijo mientras se caía y sus ojos se cerraban , la agarré y la llevé hasta mi camioneta , allí le puse un par de esposas plásticas en las manos y los pies y un pedazo de cinta adhesiva en la boca para que lo gritara.