Capítulo 9: Miembro x Miembro

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" Todos los pecados tienden a ser adictivos, y el punto final de la adicción es la perdición eterna"

W.H Auden

Jonathan

El juego que había comenzado el agente Black me estaba gustando en demasía, hasta ahora yo tenía las de ganar y no creo que nada de lo que él hiciera le diera alguna ventaja sobre mí, su colega y amante de ocasión era una prueba fehaciente de ese hecho, la chica que estaba bajo mi poder ya había caído en la cuenta de que de ese lugar no saldría viva, en ese sótano no había nada distintivo del lugar donde estaba, no tenía ventanas que le pudieran indicar como lucía el exterior, y estaba completamente insonorizado así que tampoco tenía alguna pista sonora, admito que estudiar el comportamiento de las unidades del FBI con antelación me daba mucha pero mucha ventaja, en la universidad seguía siendo el mejor en mi clase y como de costumbre tan alejado de todos menos de Ámbar que en estos días estaba más calmada y no se le ocurrían ninguna de sus preguntas estúpidas, pero igual ya necesitaba la adrenalina de causar dolor en alguien más y por eso esta noche se llevaría a cabo el segundo espectáculo para mí y para toda la comunidad de criminales que a la vista de todos eran simples personas de bien, con familia y amigos; esas personas no se imaginaban con los monstruos con los que estaban lidiando.

Agarré mi teléfono y le envié un mensaje a mi querida y adorada Ámbar, que útil era cuando estaba así de dócil y complaciente .

— "Te espero en la cabaña antes del anochecer , si llegas tarde no entras y duermes en el bosque ".

— "Ahí estaré"

Su respuesta me dejó complacido, guardé el celular en la mochila y salí de la universidad ya que mis clases de la tarde eran opcionales, me monté en el auto y puse rumbo a las afueras de la ciudad, minutos más tarde estaba en mi cabaña, entré y con toda mi calma me dirigí al sótano, allí amarrada en la camilla seguía la agente Rossi, se veía frágil y delicada, aún faltándole una extremidad se notaba su belleza, me acerqué a ella y acaricié su cara con mucha delicadeza. Me miró con odio y con rabia, me hubiese gustado follarla en ese mismo lugar pero sabía diferenciar entre mis presas para placer y mis víctimas para morir, no obstante si podía jugar con ella y demostrarle que su cuerpo respondía a lo que le haría a continuación.

Quité la cinta adhesiva de su boca y comenzó a gritar como una posesa.

— De nada vale que grites Rossi, aquí nadie te va a escuchar, estamos muy lejos de la ciudad y la casa más cercana está a más de 15 kilómetros así que de nada sirve que grites y grites.

— ¿Porqué estás haciendo esto?

— Me preguntas el porqué de algo que sabes no tiene explicación, soy lo que soy y tú también, pero en parte la culpa de tu estadía en este lugar es solo del Agente Black, se tenían que haber retirado hace mucho de aquí o como menos dar a conocer que el caso en el que trabajaban no fue suicidio como quiso que todos creyeran.

— Entonces es eso, estás molesto y resentido porque no te dió el reconocimiento que querías .

— Ni una cosa ni la otra, me gusta que el crea que sabe más que yo o que está un paso por delante de mí, pero lo que tú y tus colegas no saben es que todo está saliendo como lo tenía planeado, dicen que para que algo salga bien tienes que hacerlo tú mismo, así que hice hasta lo imposible porque ustedes vinieran, ¿quién crees que hizo la llamada al 911? todo fui yo y todo siempre seré yo, ahora tu cuerpo y mi persona van a tener un lindo encuentro .

— ¡No te atrevas a tocarme!

— Awww que tierna, mírala ahí amarrada a una camilla, carente de uno de sus brazos y aún así cree que tiene opción alguna para elegir que quiere y que no, acaba de aterrizar cariño, de aquí solo sales muerta y tu cuerpo será el regalo que le daré a los chicos de tu unidad.

Sed De Sangre IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora