Capítulo 20: The stage

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"Lo que hice no fue por placer sexual, en realidad me trajo paz mental"

Andrei Chikatilo

Narrador omnisciente

La sangre aún goteaba de sus manos cuando subió hasta su cuarto. Molesto  tiró el teléfono con el que acababa de pasar aquel tórrido mensaje. Ya se había calmado un poco pero aún tenía por dentro las ansias de más y más sangre. Estaba perdiendo el control y eso era impropio de él.

Luego de una ducha y de limpiar su cuerpo se desplomó en la cama, más no conciliaba el sueño. Lo que acababa de hacer le había brindado tanto placer que lamentaba no haber grabado todo el proceso. Ahora quería comenzar la cacería entre los miembros restantes de la UAC ( Unidad de Análisis de la Conducta). Sabía que a partir de su mensaje nada volvería a ser como antes, al menos no para los agentes. Él en cambio seguiría su rutina como de costumbre.

Rutina que comenzaría al día siguiente cuando fuera a recoger a la hermosa Ámbar. Desde ya estaba preparando el fin de la bella pelinegra. Ese que llegaría el mismo día que el del agente Black, asi que con él extendería un poco más su juego.

Jonathan había entrado en una espiral destructiva y hay de aquel que pasaré meterse en su camino ya que ese sufriría una muerte dolorosa.

Al otro lado de la ciudad el agente Black recibía una notificación en su teléfono. Cuando lo abrió cada gota de sangre de su cuerpo se heló y tal pareciera que el aire había decidido escapar de sus pulmones. Ante si la imagen desplegada era grotesca y el mensaje que traía consigo era motivo suficiente para ponerlo completamente alerta y paranoico. Sin saber que contra Jonathan poco o nada podría hacer.

Leyó el mensaje una y otra vez y cada vez que lo hacía el mismo escalofrío se instalaba en su pecho.

Todo su equipo corría peligro pero esta vez haría hasta lo imposible por mantener a todos a salvo.

Aún con aquella fotografía grabada en  la retina de sus ojos se fue a la cama, en la mañana de contarle al resto de su equipo lo que sucedía y el plan de acciones que llevarían a cabo. Con respecto a la chica ya no tenía sentido salir a buscarla, sabía que solo la encontraría cuándo, cómo y dónde aquel Psicópata dispusiera.

Acostado y mirando al techo de su cuarto de hotel trató de conciliar el sueño pero éste le fue escurridizo y renegó de él.

En la mañana un descansado Jonathan preparaba su desayuno como si a su costa no hubiesen dos cuerpos más uno de ellos en su sótano. Mientras que un ojeroso Benjamín Black intentaba ponerle un poco de orden a las ideas que se desarrollaban en su cabeza debido a su falta de sueño.

Con una tostada y un vaso de leche, Jonathan marcó el número de Ámbar y tras dos tonos ella respondió.

— Buenos días preciosa ¿Cómo durmió mi bella y sensual compañera del crimen? — preguntó divertido.

— Emmm, bien — respondió dudosa del cariño desplegado por Jonathan justo cuando ayer la quería matar.

— Bueno, prepárate y ponte guapa dentro de unos minutos paso por tí para ir a la uni. Ten listo el aparato inhibidor de las señales electrónicas para cuando pase por tí. Tenemos que preparar un escenario y no quiero dejar evidencia alguna.

— Está bien , dentro de un rato estoy lista.

Ámbar era en sí una chica inteligente y luego de haber visto la noche anterior de lo que era capaz Jonathan  no tenía la más mínima gana de desobedecerlo.

Mientras tanto él agente Black que no había podido pegar un ojo tenía la responsabilidad de velar por su tropa y ya había perdido a una de sus integrantes, número que dentro de poco aumentaría a dos y con el.paso de los días su equipo se vería aún más reducido.

Sed De Sangre IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora