Jisoo Pov
Con el corazón aún apretado decidí retirarme lejos de la dirección y que mejor que los dormitorios.
Me metí a mi habitación esperando estar sola, pero claro, para estarlo la niña conejo tendría que multiplicarse por cero y desaparecer, sin embargo ahí se encontraba aplicandose una mascarilla como de costumbre.
Ni siquiera me tomé la molestia de mirarla dos veces, y sabía cuán doloroso era para el ego de Nayeon eso, me envolvía entre mis cobijas cuando la escuché carraspear llamando mi atención.
—Bueno, ¿qué es lo que quieres?— pregunté de mala manera.
—Cuida como me hablas que no me he olvidado lo que me hiciste— decía recordando el momento en que me trepé en ella y tendí un hilo de saliva hacia su rostro.
—Tu te lo buscaste—repliqué.
—Solo quería tu opinión sobre lo que llevaba puesto— refutó molesta.
—No es mi culpa que seas tan insegura contigo misma.—respondí sin tomar en cuenta sus sentimientos, con un poco de culpa alcé el rostro para encontrar a Nayeon con los ojos cristalinos, antes de poder retractarme ella se puso firme y se volvío hacia su velador dándome la espalda.
No es que me preocupe, pero en algún momento pensé que ella iba a llorar, y esa idea me hizo sentir terrible, no era del tipo de persona que atacaba por gusto o diversión, solo me sentí frustrada por lo que vi antes y de alguna manera me terminé desquitando con Nayeon.
—Disculpame por lo anterior, y lo de aquel día— dije desde mi lugar, esperando alguna respuesta.
Nayeon fingió no escuchar y siguió con su rutina, carraspee un par de veces para que me escuchara la muy creída.
—Me estoy disculpando, al menos mírame o asiente la cabeza para saber que me escuchaste—dije casi con desesperación.
Ella seguía en silencio.
—¿Esperas que nos llevemos como perros y gatos todo el año?—pregunté ya sacada de mis casillas.
—¡Esta bien, esta bien!, firmaremos una tregua, solo porfavor, no vuelvas a insinuar que soy una persona insegura, mi ego está muy por encima de eso. — Aquí vamos otra vez con la Nayeon narcisista.
—Cómo digas.— Al menos con esto dejaríamos de pelear por quien toma el espejo por la mañana, o al menos eso esperaba.
—Y ahora que somos amigas, ¿porqué tenías esa tonta expresión de tristeza en tu rostro?, dejan arrugas ¿sabés?— preguntó esta vez volviéndose hacia mí.
Lo cierto es que no quería hablar de esto, pero tal vez exteriorizar lo que pensaba me ayudaba a superarlo y dejar el tema zanjado.
—¿Ahora vamos a ser íntimas?— cuestioné divertida.
—Tampoco es que tengas muchos amigos aquí, ¿cierto?— Touché.
—Eso solo es cuestión de tiempo—murmuré algo molesta— En fin, por lo anterior, vi a alguien que me gustaba con otra persona.— conté.
—¿Estudia aquí? —preguntó.
No quería revelar más de lo debido y por lo visto ella lo había percibido.
—Bueno, no necesito saber más, lo que tú necesitas es conocer gente nueva, y quien mejor que yo, que conoce a toda la institución, dejamelo a mi, te presentaré a los chicos más apuestos de este lugar—Aseguró.
Asentí algo insegura y sin saber si esto era buena idea o no.
(...)
Recuerdo dormir muy cómodamente hasta que tres golpes en la puerta me sacaron de mi profundo sueño, revisé mi teléfono para ver la hora.

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Desenfreno || Chaelisa G!P
Teen FictionLisa será asignada como directora del internado de su padre, ella acaba de graduarse de la universidad y su sueño no es precisamente dirigir un internado de jóvenes, siempre se comportó como un alma libre y vivía su vida como ella quería. La vida de...