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Lisa Pov

La luz del sol impactaba en mi rostro cortando por completo mí placido sueño, raro de conseguir últimamente.

Dándome una cachetada mental por no haber corrido de las persianas la noche anterior, salí a regañadientes de mi comodidad y me acerque a cerrarlas de mala gana.

Cuando regresé a la cama mi vista pasó por la cabellera de aquella mujer que conocí ayer en el club, no recuerdo como se llamaba, Sara tal vez, en fin, volví a acostarme en mi lado de la cama, era temprano aún, así que decidí volver a relajarme en el suave colchón ya luego echaría a la intrusa, total podía tomarme las cosas con calma, hoy cerraría un ciclo.

Era un hecho, después de tanto sufrimiento y exigencia mental, este infierno de la universidad se había acabado, extendería mis alas y volaría a vivir, o mejor dicho, trataría de hacerlo de manera adecuada esta vez.

Salí de la cama cerca del mediodía, aquella mujer salió rabiosa del apartamento al saber que esto no pasaría de una noche, pero esa era la realidad, nadie podría pasar más de una noche conmigo, y no porque no quisiera, el hecho de tener miembro siempre fue un problema constante, revelar eso a las chicas que me gustaban era desastroso, pero siempre iba directa y sin preámbulos, unas huían y otras solo se quedaban y experimentaban, esa era la mejor parte, aunque no siempre salía como yo quería, hubo veces que follaba tan bien que me pedían repetir la ocasión, pero no lo hacía, con nadie, me había cerrado de esta manera cuando Sasha, una compañera de noveno año, me rechazó, sus palabras seguían dando vueltas por mi cabeza "Eres un fenómeno, nunca podría estar con alguien como tú", entonces mi autoestima decayó y armé un caparazón inquebrantable a mi alrededor, teniendo como único objetivo satisfacer mis deseos y que nadie me dañara a su paso.

Con una sacudida de cabeza libere mis pensamientos y me encamine a la ducha.

(...)

¡Por fin!—exclamé contenta— ya puedo ser libre—grité mientras tiraba mi birrete por los aires.

—No tan rápido Mc Queen, tu papá dijo que necesitaba hablar contigo— La voz de mi conciencia habló, mejor dicho mi hermana del alma Jennie.

Era cierto, el viejo me había llamado para felicitarme por mi graduación, ya que nunca podía estar presente, me sorprendió cuando dijo que necesitaba verme lo antes posible, ¿la razón?, era aún desconocida para mí.

No sabía que era lo que quería de mí, era raro que pidiera verme, igual no le tome tanta importancia y fui rumbo a unos amigos a la gran fiesta que se daría por el final de nuestras carreras.

Después de todo, merecía este tipo de distracción.

Llegamos a la lujosa casa, cortesía de Jackson Wang, había mucha gente, autos estacionados a lo largo de la calle y el sonido de la música era estrepitoso, pero preciso para la ocasión.

Nos adentramos en la casa, llegando hasta la barra, la cual rebalsaba con cualquier tipo de bebida alcohólica, no nos hicimos esperar, todos tomamos vasos y empezamos a verter el líquido hasta estar satisfechos con la cantidad.

—Hey, Lisa—llamó mi atención Jennie.

Levante mi mirada hacia ella en forma de respuesta, ella extendió su mano y tomo la mía dándome lo que parecían ser unas llaves.

—Hoy serás la conductora responsable— escuché que gritó, y se alejó antes de que pudiera negarme.

—¡Mierda!—expresé.

Perfecto, estaba en la celebración por mi graduación y no podía beber como recompensa, vaya mierda, ahora si estaba cabreada, ¡Jennie me las pagaras!

Desenfreno || Chaelisa G!PWhere stories live. Discover now