Lisa PovTerminaba una jornada más de trabajo, me disponía a salir por fin del despacho rumbo al comedor junto a Jennie, quien debía estar hambrienta después de un día de puro papeleo, le dije que se adelantara a lo que yo cerraba con llave la dirección, la morena sin negarse siguió.
Hice el mismo recorrido que había hecho Jennie hace unos minutos, solo que al doblar la esquina un cuerpo se estrelló contra el mío cayendo al suelo al instante.
Adolorida por la caída traté de levantarme, pero el cuerpo que tenía encima de mí me lo impedía, levanté la mirada para ver de quien se trataba, fue entonces que la vi.
Sus ojos se perdieron un momento en los míos, mi respiración chocó con la suya, era extraño, pero un calor empezó a crecer dentro de mí, estaba en un tipo de trance.
Entonces parpadeó un par de veces y por fin salí del sueño llamado Rosé.
Por mi mente pasaban un sin fin de preguntas, que se me quedaban atrapadas en mi boca.
—¿Tú?... —Fue lo único que pude formular después de un rato.
La rubia rápidamente se levantó y por reflejo hice lo mismo, arregló su uniforme algo arrugado, esperen, ¿uniforme? ¿Porqué llevaba el uniforme del internado? Esto tenía que ser una broma.
—Lo siento—se disculpó y trató de escapar, pero fui más rápida y la retuve tomándola del brazo.
—Creo que me debes una explicación señorita.—dije y la arrastré hasta uno de las aulas vacías más próximas, casi tuve que obligarla a entrar dada su resistencia.
Cerré la puerta detrás de mí y el silencio se hizo nuestro compañero, ninguna de las dos habló o hizo algo, solo nos analizabamos la una a la otra esperando por el siguiente movimiento.
Rosé parecía nerviosa y seguro tenía razones para estarlo, yo quería oírlas, quería escuchar más su voz, quería muchas cosas, pero me limité.
—¿Estudias aquí?—rompí el incómodo silencio con algo que había pensado desde que la vi.
—Me trasladaron hace poco, así que sí, estudio aquí—mordisqueó su labio, muestra evidente de lo ansiosa que se encontraba.
Entonces mintió con respecto a estudiar en Yonsei.
Me remonté a la primera vez que la vi, esa aura angelical y pura se debía a que era más joven que una universitaria promedio.
—¿Porqué no lo mencionaste aquella vez en la fiesta?—cuestioné recostada sobre la puerta.
—No lo creí necesario, no pensé volver a verte—cuando la escuché decir eso, por alguna razón me sentí dolida, yo a menudo la pensaba, y ella sin más había decidido no volver a verme.
Me acerqué a su lugar, ella retrocedía con cada paso que yo daba, hasta que su cuerpo chocó la pared contraria y se vio acorralada, la situación había entrado en tensión.
Por alguna razón no podía mantener mi ojos fuera de ella, me volví a ver atraída por su imagen de inocencia y dulzura, algo que sin duda quería poseer.
—¿Realmente no me querías volver a ver?—susurré intentando ocultar cierto dolor y decepción.
Nunca en la vida me hubiera expuesto de esta manera, pero con este encuentro me sentí tan vulnerable, que no pude evitar preguntarle.
Rosé desviaba la mirada constantemente, yo miraba profundamente sus ojos, por un breve momento me encontré casi recreando la primera vez que quedamos atrapadas en aquel baño, en ese entonces también había quedado acorralada entre mi cuerpo y la pared.
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Desenfreno || Chaelisa G!P
Teen FictionLisa será asignada como directora del internado de su padre, ella acaba de graduarse de la universidad y su sueño no es precisamente dirigir un internado de jóvenes, siempre se comportó como un alma libre y vivía su vida como ella quería. La vida de...