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Pov Lisa

No sé que me pasaba últimamente, después de que irrumpiera en mi oficina y me revelara aquel miedo, sin entender el porqué, yo me encontraba preocupada.

Mi corazón se encogió cuando vi sus ojos casi vidriosos, sin embargo, no pude ayudarla y me aparte cobardemente porqué no podía mostrarle cuán débil podía llegar a ser si ella me pedía algo, ya había flaqueado ante ella la noche en que nos encontramos, y no podía volver a suceder, no debía.

El lunes por la tarde, cuando por fin pude tomarme un descanso, recordé que le debía una visita a un pequeño risueño que tanto quería.

Cris.

Cris era una de las razones por las que decidí seguir adelante después del accidente de Bam Bam.

Se había vuelto una constante en mi vida desde entonces y trataba de visitarlo siempre que podía, viéndolo crecer saludablemente y lleno de cariño, me sentí orgullosa porque yo había contribuido a ello, pero para cuando Cris empezó a hablar las cosas volvieron a paralizarse.

Me había llamado mamá, me miraba con tanto amor y ternura que me congelé ante el compromiso en el que me encontraba, no podía decirle que no, no cuando me sostenía entre sus manitos y me miraba esperando una respuesta de mi.

En ese momento quise matar a Mina; por confundir las cosas, por meterme en algo grande, algo que no me correspondía, pero que no me pude negar porque de alguna manera se la debía a Bambam.

Dejando mis pensamientos de lado, estacioné mi auto fuera del bloque de departamentos donde vivía Mina.

Hice mi recorrido habitual hasta que llegué a su puerta, toqué tres veces y la puerta inmediatamente se abrió.

—¡Mamá!— El pequeño no me había dado tiempo de reaccionar, se trepó hábilmente y me lleno de besos la mejilla.

—¿Qué tal pequeño?— trataba de saludar atropelladamente—¿me extrañaste?—asintió con un puchero— yo también te eche mucho de menos cariño.

—Estuvo esperando todo este tiempo por verte, no se cansaba de hablar de ti en casa de mis padres— se unía Mina sin invitación, la mire con absoluta seriedad un par de segundos antes de volver a mi pequeño.

—¿Quieres ir por un helado Cris?— ofrecí recibiendo una gran sonrisa de su parte, volví a mirar a Mina, esta vez preguntando en silencio si podía llevármelo por un helado.

Ella asintió.

—Tengo que desempacar, vayan a divertirse, Cris no abuses con el chocolate— dicho esto salimos del departamento mientras nos poníamos al día.

Ya en la tienda, nos sentamos en una mesa cercana a la ventana y pedimos las cartas para ver que podíamos comer.

Cris miró la variedad de opciones y eligió a dedo cual era el que deseaba.

Banana split.

Y sin querer un viejo recuerdo me inundó.

FlashBack

Era un día soleado, salía de mi primera clase de piano cuando Bam Bam apareció entre las cortinas con una gran sonrisa y una tentadora propuesta.

—Hola enana, ¿Quieres ir por un helado?— me molestaba tanto que me llamara enana, aún a mis cortos 10 años no había alcanzado la altura promedio y el siempre se aprovechaba de su altura para burlarse, pero aunque me molestara eso, un helado no se podía negar a estas alturas del verano.

Asentí aceptando su propuesta y escapando por una copa de helado.

—¿Que van a pedir? — preguntó el joven camarero.

Desenfreno || Chaelisa G!PWhere stories live. Discover now