Era un vampiro, por el amor acongojado,
viviendo entre criaturas atadas a su cruz.
Ni en mil años se había enamorado,
mas de un bello mortal, lo atrajo con su luz.
Su amor me alimentó de forma desenfrenada
y transformó sus torpes palabras en ternura...
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Esperando sobre el patio principal, veían venir a la pareja tomados de la mano, temiendo que Tae fuera reprimido ante un castigo por parte de la dirección del colegio.
Al contarles lo paso dando una solucion que quedaron tranquilos sus amigos vampiros al saber que todo estaba bajo control...
—Qué bueno que pudiste resolverlo Tae, estábamos muy preocupados por ti...temiendo que Kookie se saliera con la suya—mirando Hobi a Jimin solo se quedó serio exclamando por lo bien que se había liberado Tae de ese problema...
—Qué bueno que pudiste resolverlo Tae, estamos muy orgullosos de ti...
—Gracias amigos, áhora vamos a casa—sin soltar a su ángel de la mano, los cuatro salieron del colegio, quienes los esperaban anciosos por concluir lo que aún no superaba su rival.
Cruzados de brazos estaban sobre sus automóviles, esperando por el pelidorado, el chico mas popular del colegio...
—Ahora si Taehyung, aquí estoy para aclarar cuentas pendientes...
Nam enseguida alejo de su mano al pelinegro, sosteniendolo fuertemente...
—Sueltame Namjoon, ¡sueltame! me lastimas—haciendo una mueca, hizo que se enfadara el príncipe, quitando fuertemente las manos puestas sobre su chico...
—Qué no escuchastes que lo sueltes—dándole exactamente en su mejilla, un seguro golpe que hizo que el mayor, se debilitara enfrente de su limusina de lujo.
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Jin estaba aterrado de que esto no acabaría bien, tratando de convencer a su novio de que calmara su ira, mientras seguía apretando sus dientes sin importarle que era su hermano mayor...
—No soporto que te traten de esa manera, si vuelves a tocarlo, te reventare los dientes, ¡Namjoon!—jalandolo su amigo Jimin, conociendo a Tae, sabía que no se detendría y podría declararse enfrente de todos los presentes mortales...
—Vamos Tae, ahora no...estas muy enojado y puedes cometer una locura.
Viendo a su chico aterrado, decide calmar su furia, se tranquilizó tomó aire y siguio su camino subiendo a su auto, a su ángel Jin.
